Uncomfortable Truths • [ls ; traducción]

Grass Made Greener

Louis se despierta primero, en una cama extraña, junto a un supuesto extraño. Por un momento, sus instintos le gritan que corra. Porque se ha topado con algo en lo que no puede ganar. No esta vez. Se acuesta con los ojos abiertos, mirando al techo hasta que las voces en su cabeza se vuelven roncas por los gritos.

Tal vez esto podría ser suficiente, por una vez. Y tal vez él también sea suficiente, por primera vez.

O puede que Harry Styles haya ganado.

Mira a Harry. Todavía sigue durmiendo. Hacía demasiado calor por la mañana y ambos quitaron las sábanas a patadas, por lo que ahora su cuerpo alto y fuerte está a la vista. Louis sabe cómo luce cuando sus músculos se mueven bajo la piel bronceada mientras lleva una piedra pesada al patio trasero de la galería de Zayn. También sabe cómo se ven cuando Harry lo está agarrando, enterrado profundamente en su interior.

Tal vez eso es lo que le gusta a Harry: crear algo hermoso cortando piezas. Louis definitivamente se siente astillado. De alguna forma también se siente completo. Mejor. Como si Harry le quitara todas sus partes inútiles y dejara solo las buenas.

Se sienta en silencio, sin querer despertar al hombre. Quiere fumar, así que mira a su alrededor. Harry debería tener una paquetea por allí. El sol se arrastra por el suelo y Louis lo pisa mientras camina por la habitación. Se pone un par de ropa interior negra limpia y encuentra un paquete en el cajón, junto con un encendedor. Se escabulle a la sala de estar, luego a un balcón desde allí.

El aire es caliente y pesado. Parece que las semanas frías han terminado. Los días de calor insoportable han llegado de nuevo. Entonces, está aún más ansioso por fumar, porque una vez que alcanzan temperaturas increíblemente altas, fumar se siente repugnante y tiene que limitarlo por las tardes y noches.

La vista es horrible. Harry vive en un apartamento bastante alto, y puedes ver hasta dónde se extiende la jungla de hormigón. Los camiones estarán regando todo con mangueras pronto, para evitar que toda la ciudad se convierta en una sartén gigante.

Es una locura, cuando lo piensas. Cuando no lo haces, es bastante normal.

Harry no tarda mucho en unirse a él. Louis no se sorprende. El hombre parece ser siempre capaz de sentir la presencia de Louis. O la falta de ella. Viene con otro par de pantalones largos, holgados y vaporosos que cuelgan bajo sus caderas. Lo suficientemente bajo como para exponer algunos chupetones hechos por Louis.

Louis mira. Luego le da la espalda y se apoya en la barandilla.

—Por un segundo pensé que te habías ido—, dice Harry. Su voz es más profunda por la mañana. Más áspera.

—Por un segundo pensé en irme—, responde Louis fácilmente.

Harry se acerca y pone una mano en su espalda desnuda. Luego lo arrastra hacia abajo y ajusta suavemente su mano a los moretones en las caderas.

—Vamos a tener otra ola de calor—, advierte, distraído. Luego se inclina hacia adelante, presionando su cuerpo contra el de Louis, pero solo para envolverlo con la otra mano y robarle el cigarrillo de los dedos. Se aleja entonces, da una calada, apoyándose en el marco de la puerta.

Louis se vuelve hacia Harry y se recuesta en la barandilla. Louis se ve bien. Confiado, relajado. Como un puto rey del mundo. El sol que hace brillar su cabello podría ser una corona.

—¿Crees que serías capaz de amarme? —, pregunta conversacionalmente, observando a Harry cuidadosamente—. En caso de que te dejara, claro.

Harry considera la pregunta por un momento.

—No—, responde finalmente y se inclina ligeramente hacia adelante para devolverle el cigarrillo a Louis—. Pero no creo que quieras ser amado. No lo necesitas. No te importa, no realmente.