4. Andrew

58 16 15
                                    

—Vamos colega, decídete ya o llegarás tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Vamos colega, decídete ya o llegarás tarde.

Lío se había sentado en mi cama y no dejaba de resoplar al ver mi indecisión. Pero no podía evitarlo, aquella noche era la primera vez que me subiría al escenario de la Cover Night y estaba hecho un manojo de nervios. ¿Y si algo salía mal? ¿Y si acababa desafinando como un gato atropellado? Tiré unas cuantas camisetas al suelo y resoplé agobiado, no sabía qué ponerme y el reloj iba avanzando. Ya eran casi las siete de la tarde y ni tan siquiera había comido, tenía el estómago cerrado.

—¿Crees que es buena idea? ¿Y si me quedo en casa?

—Te arrastraré a la calle de las orejas, tú mismo.

Se cruzó de brazos y me apresuré en coger mi camisa favorita y un par de tejanos negros. Sabía que Lío era capaz de sacarme de casa tirando de mis orejas, mi amigo era capaz de hacer cualquier cosa, así que era mejor hacerle caso.

—Quizás podrías tocar tu también... llévate el bajo y...

—¿Crees que I'm yours quedaría genial con tu guitarra acústica y mi bajo? Estás idiota, ¿eh? Venga, date prisa que tú ya deberías estar camino del pub y yo he quedado con Mara.

—¿Cómo vas con Mara? —pregunté mientras me colocaba la camisa encima de una camiseta básica de color negro.

Él bufó y se pasó las manos por el rostro, su relación con Mara había pasado de ser grandes amigos a ser solo compañeros de banda. Y todo porque un día a Lío se le ocurrió decirle que sentía algo por ella y aquello la asustó, ella no estaba preparada por una relación y aquello la incomodó tanto que hasta dejó de venir a los ensayos. Pero por suerte todo parecía volver a la normalidad, ya que ella había vuelto a ensayar con nosotros y parecía que se llevaba más o menos bien con Lío.

—Bien, creo que ya estamos mejor. Ya te conté que hace unas semanas conocí a una chica y empezamos a salir, se lo conté a Mara y parecía muy feliz e incluso aliviada.

—Menos mal —suspiré—. Era una mierda la tensión que había. Oye y de aquel tío con el que chateabas, ¿sabes algo?

—Resulta que el cabrón tenía marido y el tío iba buscando a otro que le entretuviera mientras el marido estaba fuera de casa. Lo mandé a la mierda, obviamente.

—Que hijo de puta, ¿cómo le puede hacer algo así a su marido? Qué asco.

—Las relaciones son una mierda —suspiró él.

—Dímelo a mí —contesté caminando hacia el baño al lado de mi habitación.

Me miré al espejo y decidí maquillarme un poco la pequeña cicatriz que atravesaba mi ceja izquierda. Odiaba verla allí, era un recuerdo aterrador que me perseguía cada vez que me miraba en algún espejo. Una vez hecho, salí otra vez y me coloqué el sombrero negro encima del cabello, dando el último toque a mi look para aquella noche.

Siempre nos quedará Londres #1  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora