Melody
Miro las dos maletas con mis cosas adentro de ellas, Samantha me las prestó por hoy y luego se las darías de vuelta. Mi amiga y yo duramos partes del medio día en guardar mis cosas y limpiar el lugar, esto último porque no quería dejar el departamento justo como me lo entregaron. Siempre fui una persona ordenada y limpia, cuando entré a este lugar lleno de polvo y suciedad hizo darme un ataque de pánico al ver todo el lugar en ese estado.
Samantha se había ido para tener una cita con su Daddy, últimamente la he visto más feliz de lo normal y me hace sentir feliz que ella lo este, se lo merece mucho. Mis Daddy ya estaban por llegar, no sé cómo tuvieron mi número del celular, pero creo saber quién fue.
Samantha.
Al parecer solo iba a venir Alen, Axel nos esperaría en el departamento. Solo me faltaba esperar y salir por fin de este lugar que por varios meses ha sido un hogar. En la mañana me contacte con el dueño del edificio y al parecer no le agrado para nada mi ida del edificio, si bien aquel hombre verde me ha propuesto varias veces acostarme con él para no tener que pagar el alquiler. El hombre es un asqueroso, tiene esposa e hijos, aun con familia vino y me propuso tal atrocidad ¿Qué tanto debe de llegar la persona en decir cosas tan desagradables?
"Ya estoy aquí abajo esperándote, preciosa"
Sonrió al ver el mensaje de Alen, es tan emocionante tener mensajes de los dos hombres que hacen sentirme como una niña pequeña. Agarro las dos maletas y salgo del lugar dándole una última mirada. Al llegar a la recepción del edificio me encuentro con el dueño mirándome sin creer que me estoy yendo del lugar.
Me acerco a él, saco la llave del bolsillo de mi jeans ajustados y se la entrego —Aquí tiene, deje todo como esta, aunque claro mucho mejor que como me lo entregaron— Vuelvo a sujetar las maletas y salgo completamente del edificio.
Una mano sujeta fuerte mi brazo haciéndome voltear al ver los ojos llenos de rabia en aquel hombre asqueroso.
—¿Crees que será fácil irte sin hacer lo que te propuse? Pude darte todo Melody, nadie te iba a dar lo que yo te daba—
Levanto una ceja sin poder creer lo que acabo de escuchar —Debería de pensar más en su familia en vez de buscar amantes donde no hay. Nunca en mi vida aceptaría tal propuesta y se lo deje bien claro— Trato de quitar su agarre pero solo logre que apriete más su mano en mi brazo —¡Suélteme, me lástima!—
—Eres una... — No termina la oración cuando una mano aleja la suya de mi brazo con brusquedad.
—Que sea la primera y última vez que le pones tus asquerosas manos encima— Alen me coloca atrás de él.
—¿Y quién carajos eres tú para prohibirme eso?— Escupe las palabras con enojo.
—Soy su—
Lo interrumpo —Es mi Daddy, uno de ellos— Miro a aquel hombre con odio.
—¿Tu qué?— Me mira con ojos bien abiertos y mira al hombre con mucho mas enojo —Después de todo si aceptaste pero con otro hombre— Me mira con decepción —Sabias que eras una zorra pero... — Se queda con la palabra en la boca cuando mi Daddy Alen le da un puñetazo en la nariz mandándolo al piso de inmediato.
—Escúchame imbécil— Lo sujeta del cuello de la camisa y lo alza un poco —No permitiré que hables de ella de esa manera, te ira muy mal por como la acabas de llamar y quedas advertido— Lo lanza de nuevo al suelo.
No se cómo lo hace, pero Alen me coloca en su cintura, enrollando mis piernas en estas y mis brazos en su cuello para mantenerme mientras el agarra las maletas. Miro con burla y satisfacción hacia aquel hombre tirado en el suelo, no soy fan de la violencia, pero aquel hombre se lo merecía con todas las ganas del mundo. Me coloca en el asiento de copiloto colocándome el cinturón y él va a guardar las maletas en la cajuela, luego regresa y se sienta de piloto para así empezar a conducir.
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Mis Dos Daddys
RomanceMelody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de pagar alquiler. Ella nunca tuvo mucho es su vida, su padre murió cuando ella tenia 14 años y un año desp...