Durante varios días no había dejado de hacerme la misma pregunta una y otra vez:¿"Dónde está la trampa?"
Todo era demasiado perfecto en él, no sería capaz de decir ni uno de sus defectos . Llegué al punto de creer que no era un humano, sino una especie de ángel que por las causas que fueran se había caído del cielo y había aterrizado justo en la cafetería del instituto hacía unos dos meses. La verdad, es algo que ahora mismo me resulta rídiculo pero que hace unas semanas me tomaba realmente enserio.
¿Y sabéis por qué dejé de creer que no era humano?
Pues porque un día, mientras esperaba en el recreo a que Bella saliese de la clase de Educación Física, vi como Lucas pasaba por delante de mi y se apoyaba en la puerta del gimnasio del insti, justo a unos escasos centímetros de mi.
Al principio pensé que se me salía el corazón del pecho, pensando que me había seguido para hablar conmigo , pero enseguida vino la supuesta "trampa" que yo llevaba tantos días intentando desvelar: Lucas no estaba allí por mí, sino por la chica más pija y popular del instituto .
Bella estaba a punto de salir de clase cuando Kat, entusiasmada por ver a Lucas esperándola en la puerta, le dió un empujón para pasar ella primero y la tiró al suelo. Por colmo, en vez de disculparse, la miró riéndose y se acercó al chico de mis sueños; se dieron un beso justo delante de mis narices, entrelazaron sus manos y se dirigieron al exterior.
Me quedé con cara de tonta, pero luego, intentado contener aquella lágrima que quería por deslizarse por mi rostro, me dibujé una sonrisa en la cara y me acerqué a Bella.
Esta, aunque también había presenciado la escena, descidió no decir nada al respecto. Sabía que ni yo estaba en condiciones para mantener una conversación sobre ello, ni aquel era el lugar más adecuado para hablar del tema, por lo que nos limitamos a hablar como si nada de aquello hubiera sucedido.
