Un mes... o quizás solo un día

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Levantó a ese pequeño perro, lo subió a su auto y salió rumbo a la dirección que estaba marcada en ese pedazo de papel, estaba muy molesta, parecía que ese día horrible no tenía fin, primero perdió su trabajo, después su novio terminó con su relación y para cerrar con broche de oro, esa chica loca le había llevado un perro del cual no quería saber absolutamente nada.

Lee Ji-eun: espero pequeña bola de pelo que no se te ocurra ensuciar mis asientos de piel, porque de ser así, tu loca dueña me deberá mucho dinero y a ti te voy a convertir en un pequeño tapete.

El pequeño cachorro solo la miraba y en ocasiones ladraba, pero en la mayor parte del trayecto permaneció echado y sin hacer ruido.

Cuando al fin llegaron a la dirección, Lee Ji-eun se sorprendió del pequeño edificio blanco que tenía justo al frente, era de tres plantas y había solamente 3 departamentos, en realidad el lugar era pequeño y de clase baja, lo que más le sorprendía era que para ya ser más de las 9 de la noche, había mucho ruido por las calles, personas conversando, otros escuchando música y algunos incluso bailando.

Lee Ji-eun: al parecer todos aquí están completamente locos.

Bajó del auto, cargo a Ernie y entro a ese edificio, el departamento que marcaba la dirección era el número dos, así que subió y toco la puerta, esperando que aquella extraña mujer abriera... pero grande fue su sorpresa cuando la escuchó hablar del otro lado de la puerta.

_____: está abierto, entren.

Lee Ji-eun: ¿qué loca deja pasar a cualquiera a su casa de esa forma? – tomo la perilla de la puerta y abrió, casi le da un infarto solo de ver todo lo que había dentro del departamento, la única puerta visible era al parecer la del baño, todo lo demás era como un solo cuarto, sin paredes que dividieran el espacio entre una habitación y otra, había plantas por todas partes, la cama se encontraba muy mal tendida, y ni hablar de la ropa que se encontraba por el suelo, - por dios ¿Cómo puede alguien vivir así?

El pequeño Ernie comenzó a ladrar y Lee Ji-eun lo dejó en el suelo, observando como el pequeño perro salía corriendo a una dirección en especifica, así que lo único que le quedaba por hacer, era seguirlo.

Entonces en lo que parecía ser una pequeña cocina, se encontró sentada en el suelo a _____, que al parecer estaba tratando de tejer una bufanda, una muy extraña bufanda, con hilos de todos los colores. Cuando el pequeño Ernie se acercó, _____ arrojo a un lado el intento de bufanda que estaba tejiendo y lo cargo, haciendo que el pequeño perro comenzara a lengüetear toda su cara, se encontraba muy feliz de estar ahí con ella.

_____: hola pequeño, te extrañé mucho ¿estás bien? ¿te hicieron daño? – preguntaba mientras lo revisaba detalladamente. -

Lee Ji-eun: ¿por qué le preguntas eso a un perro? De cualquier forma, no te entiende nada.

_____ no se había dado cuenta de que la visita estaba justo frente a ella, observándola con una mirada que podría matar a cualquiera, mientras mantenía los brazos cruzados.

_____: gracias por traerlo a casa.

Lee Ji-eun: bien, ahora no quiero volver a saber nada de ti ni de esa bola de pelos ¿lo entendiste? Deja de aparecer en mi vida.

Estuvo a punto de salir de ese departamento, de no ser porque _____ se levantó muy rápido y la sujetó de la muñeca.

_____: no puedes irte así.

Lee Ji-eun: ¿así como?

_____: oliendo a pipi de perro, tu saco esta sucio, ven toma asiento y yo ahora lo limpio... vamos.

Siempre Noviembre (IU & TÚ) (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora