Amor Maldito

Capítulo 5 "Mansión Enderson"

A primera hora me encontraba en la mansión. La Sra. Norma me recibió y junto mi a otras dos chicas que se encontraban en la misma situación que yo. Comenzó a explicarnos en qué consistía el trabajo, a quienes serviríamos y cuáles serían nuestras obligaciones. 

Primero nos indicó que le serviríamos a la familia Enderson la cual contaba con seis miembros. el señor y la señora Enderson, el hijo mayor Peter y su esposa, la hija del medio la señorita Ana y el hijo menor de 6 años Alan. 

 Debíamos levantarnos a las 6:00 am para comenzar a preparar el día que consistía en ir a despertar a los señores, alistar sus ropas, el baño, el desayuno, luego despedirlos en la entrada. Todo aquello se debía realizar a primera hora para después comenzar con las labores de limpieza las cuales se dividían por plantas. Comenzó a enumerar nuestras tareas diarias al solo escucharla me agote, pero trate de disimular para que no se notara mi asombro al pensar en todo lo que se debía realizar, pero me tranquilizaba un poco el hecho de que nos dividían en 7 por piso. 

Trabajamos en 3 turnos el primero partía desde las 6:00 am hasta las 15:00, el segundo desde las 15:00 pm hasta las 00:00 am y el último que era más corto desde las 00:00 am hasta las 7:00 am lo cual significaba estar despierta toda la noche. No entro en muchos detalles en las labores que se debían realizar en aquel horario más nos dijo que solo dos personas debían realizar ese turno semanalmente y del cual nos íbamos ir rotando.

 Todos nos mantuvimos en nuestros lugares y en silencio al ver que la Sra. Norma guardaba silencio por un segundo a la vez como dos chicas pasaban junto a nosotros y nos entregaban unos uniformes iguales a los que llevaban ellas puesto. 

 - Bueno. Desde hoy pertenecen a la familia Enderson por lo tanto esperamos el mayor desempeño, prudencia y pulcritud en sus labores. – Dijo en voz alta la Sra. Norma. Todas respondimos un "si" al unísono. Por un momento me sentí en el ejército, pero a la vez me pareció divertido la fuerza y la firmeza en la que hablaba y se movían las mujeres. 

El ama de llaves se despidió de nosotras y nos dejó a cargo de las dos chicas que habían traído los uniforme, ambas se presentaron como Ámbar y Susan. Nos llevaron a través del pasillo que se iban oscurecían más y más y que se alejaban de los salones principales hasta llegar a un fuerte resplandor de luz que nos cegó por un instante,al pestañar repetidas veces pude darme cuenta de que era una enorme cocina donde había alrededor de 10 personas trabajando imparablemente sin darse cuenta de nuestra presencia en aquel lugar.

 - Hola. Mucho gusto - saludé instintivamente. Al parecer nadie me escucho porque todos siguieron en sus labores sin siquiera levanta la vista  – Vaya... parece que todos están ocupados – comencé avergonzada al no tener respuesta. 

 - Todos tiene cosas que hacer así que será mejor que nos los molesten – comento seriamente Susan que estaban a cargo de nosotras. No volví a hablar después de aquello hasta que llegamos a un largo pasillo lleno de puertas donde nos detuvimos.- Ok. Este es el sector de dormitorios. Desde hoy este será su nuevo hogar. Cada habitación es habitada por cuatro personas donde una de ella es la encargada, se les comenta que también contamos con toque de queda. El cual comienza a las 00:00 am, no está permitido llegar después de esa hora – termino señalando una de las puertas que estaban junto a nosotros. 

 Al abrirla nos percatamos que contaba con cuatro camas pegadas junto a las paredes y de fondo una gran ventana por la que se podía ver directamente hacia el jardín.

 - Este será el cuarto de tres de las chicas que entraron hoy y lo compartirán conmigo – indico con una genuina sonrisa. Ámbar que se encontraba junto a la puerta mientras nosotras inspeccionábamos el lugar.