Capítulo 2 "Ángel"

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-          Bájate de allí – grito alguien tras de mí.

Mis manos temblaban. No entendía qué estaba pasando, solo podía sentir como mi cuerpo dolía por todas partes y de alguna forma me encontraba en la banderilla de un balcón de piedra. Temple al percatarme de lo que estaba haciendo, pero rápidamente recupere el equilibrio. Estaba oscuro, era de noche mientras el viento soplaba suavemente como si acariciara mi mejilla. Mi respiración se había agitado provocando que mi pecho subiera y bajara con mucha dificultad a la vez que podía sentir como bajaban por mis mejillas lágrimas incontrolables.

-          ¡No permitiré que lo hagas! – volvió a gritar furioso

Me giré lentamente al volver a escucharlo. Pude verlo, pero de alguna forma muy extraña no me era visible su rostro.  Era un hombre muy alto, de tés pálido, que llevaba una holgada camisa y unos ajustados pantalones mientras agitaba las manos desesperadamente. << ¿Qué pasa?>> me preguntaba sin entender lo que estaba ocurriendo << ¿Estoy soñando de nuevo?>> no podía imaginar que más podría ser, ya que no podía reconocer a ese hombre y mucho menos porque me lanzaría. Me estaba asustando, no entendía nada, tenía sentimientos que no reconocía, ¿por qué estaba haciendo esto?, ¿Quién es él?, ¿Voy a morir? ¿Por qué en este momento me siento tan furiosa?

-          Ya no puedes hacer nada... - susurre al dibujarse una pequeña sonrisa al mismo tiempo que lloraba – Espero no tener que verte en el infierno. – respondí sin entender nada de lo que estaba ocurriendo más que sentir un extraño sentimiento de satisfacción al haber dicho esas palabras.

Antes de poder pensar alguna otra cosa, mi pie se movió hacia atrás, dejándome caer al vacío mientras mis ojos dejaban lentamente de divisar a aquel hombre que corría desesperadamente hacia mí.

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Mis ojos pesaban. No podía mover mi cuerpo y un fuerte pitido que resonaba con fuerza me obligaba abrir mis ojos. Una luz cegadora fue lo primero que pude ver y un techo completamente blanco fue lo primero que pude ver.  Trate de moverme, pero una fuerte punzada me detuvo. Me dolía todo el cuerpo de una forma que jamás había experimentado en mi vida.  No entendía nada, me encontraba en una camilla recostada con unas máquinas junto a mí que no dejaban de sonar, el lugar se encontraba vacío, al parecer era la única en aquella habitación. ¿Qué había pasado? ¿Por qué me encontraba en el hospital? No dejaba de preguntarme que había ocurrido cuando como un flash pude recordar. Casi había muerto, un camión había ido directo sobre mí o eso había creído. Debía haber pedido la conciencia en el momento del accidente. Me encontraba en aquel pensamiento cuando de pronto desde la entrada pude escuchar claramente como alguien pegaba un pequeño chillido

-          ¡Ah! – chillo una joven mujer de uniforme azul que se encontraba sujetando la puerta corrediza – ¡oh por dios! Por fin. ¡Doctor! ¡Doctor, venga rápido! – siguió gritando a la vez que salía a toda prisa de la habitación. No alcance ni siquiera poder pronunciar una palabra para cuando la chica había salió. Me volví a quedar sola en aquel cuarto, pero eso no duro mucho, ya que rápidamente volvió aquella mujer con un hombre de bata blanca que corrió rápidamente hacia mí.

Amor MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora