Carta a Ghost

Soledad

El arquitecto que diseño aquella casa la hizo pensando que algún día seria propiedad de una familia típica, una pareja y algunos niños, dado la cantidad de habitaciones que tenia y con un gran patio para posiblemente tener alguna mascota. 

Pero en la practica nunca tuvo mas de dos habitantes...generalmente, solo uno.

Ahora, que irónicamente podía estar mas tiempo en casa, notaba lo vacía que se sentía. Tan abrumadoramente silenciosa ¿Tu habrías sentido lo mismo?

Nunca te pregunto con detalle como sobrellevabas sus largas ausencias. Siempre que volvía a casa lo entretenías informándole solo pequeñas cosas, quizá algún cambio que habías hecho en la decoración de la misma o quizá sobre algo nuevo que compraste. Consideraba la casa como un regalo para ti, por lo que le hacia feliz verte disfrutando de ella, haciendo y deshaciendo. 

Pero ¿Y el resto del tiempo? 

Siempre atesoro el silencio en cualquier lugar menos en su hogar. 

Quería seguir escuchando tu voz cual pajarito que no deja de cantar todas las mañanas en su oído. Le gustaba tu voz, todos los cambios de tonos y gestos que hacías, eras demasiado expresiva. Lo curioso es que al mismo tiempo podías ser muy reservada. 

¿Cuántas cosas te habrás guardado?

Tus bienvenidas siempre eran cálidas, alegres, llenas de amor. Jamás escucho alguna queja, nunca hubo reclamos. Cosa que claramente se merecía. Esa debió ser otra clara señal de que algo iba mal. 

No importaba a que habitación de aquella casa fuera, todas y cada una tenían tu sello por todas partes. Era una dulce tortura recorrer todo el lugar, no sabia de donde habías conseguido la mitad de las cosas que había, nunca te cuestiono sobre como manejabas el dinero. Confiaba en ti en muchos sentidos. 

Pero de toda la casa, el lugar mas frio en ese momento era su propia habitación. 

La cama era amplia, suave, llena de almohadas esponjosas. Te encantaba dormir abrazada pero a falta de el, tenias que llenar ese vacío con aquellos objetos. 

Te extrañaba y mucho, quería tenerte nuevamente entre sus brazos, pegarte a su pecho y que pudieras escuchar como su corazón latía tan apresuradamente para ti. Quería distraerse jugando con tu cabello mientras tu estabas ocupada haciendo cualquier otra cosa. Tomar de manera desprevenida tus manos y besarlas, sabia que eso causaba una hermosa sonrisa en tu rostro y adoraba causarte sonrojos. 

No quería dormir en esa cama sin ti, así que los siguientes días los pasaba en el sofá de la sala.

Tampoco es que durmiera mucho en realidad, no podía conciliar el sueño ¿Cómo se supone que lo hiciera? No sabia en donde estabas, ignoraba totalmente si estabas bien o no, ¿Estarías comiendo bien? ¿Estarías llorando por su culpa? ¿Estarías pasando por esto también sola?

Y no es que le preocupara que le fueras infiel, te conocía, serias incapaz de algo como eso. Del mismo modo en que el jamás te traicionaría de esa manera. No eras consciente, pero internamente te había jurado lealtad desde el momento en que se vio enamorado de ti. El ya estaba con el amor de su vida, con el único. 

Como le gustaría que hubiera mas fotografías en sus paredes o en los pequeños estantes de la sala en lugar de esos cuadro decorativos sobre paisajes que no existen realmente. El no era fan de fotografiarse, principalmente por temas de seguridad. Y en razón de eso, no podía permitirse tener fotos junto a ti, jamás te pondría en ese nivel de peligro. Si por alguna razón una fotografía de ambos caía en manos equivocadas podrías volverte un blanco de ataques nacidos de alguna venganza en su contra. Su propio matrimonio se mantenía como algo secreto, Laswell se había encargado de mantener oculta esa información.

Si quería verte tenia que hacer uso de sus recuerdos.

Y eso no era suficiente, te necesitaba a ti. Sentirte, tocarte, escucharte. Un recuerdo jamás podría igualar la sensación de tenerte a su lado. Eras su esposa, porque si, el en ningún momento firmo los papeles de divorcio y tampoco lo haría. 

Podría casarse contigo las veces que lo desearas pero jamás aceptaría un divorcio. Tu habías luchado para tener una relacion con el y ahora el lucharía para mantenerla.

Ahora mas que nunca no podía dejar de mirar su teléfono celular por dos buenas razones. La primera, es que siempre existía la posibilidad de que lo llamaras, no importaba para que, le bastaba con que lo contactaras. La segunda, tenia a todos los miembros de la 141 rastreándote. Se podría considerar un uso indebido de los recursos militares pero poco le importaba, haría cualquier cosa para verte de nuevo. 

Y tanto Soap, Price, Gaz y Laswell, habían estado tan asombrados como el cuando les informo sobre tu partida. Ellos también te querían, especialmente Soap. Te veía como una especie de hermana, siempre tratando de cuidarte y siendo tu cómplice para desobedecerlo. 

Pero como era de esperarse, tampoco te has contactado con ninguno de ellos. Es de imaginarse que al ser parte de su trabajo los veas como personas mas cercanas a el que a ti. Eso aumentaba su preocupación, porque fuera de ellos, no tendrías a alguien mas para acompañarte o apoyarte. Nunca fuiste alguien de muchos amigos a pesar de lo amable que eres.

Por desgracia te enseño demasiado bien a como borrar tus huellas y a permanecer escondida. Le estas dando mucho trabajo a Laswell. 

Y no es que el este sentado de brazos cruzados. Pero prefiere trabajar en solitario, recorriendo lugares, revisando cualquier registro de tus últimos movimientos, lo que sea. Con gran temor ha revisado todos los ingresos en hospitales y siente un gran alivio cuando no ve tu nombre en ellos. Eres alguien que sabe cuidarse, en parte el te enseño, pero no confía el resto del mundo. No eres un soldado como el y por mucho que te haya enseñado un par de cosas, sigues siendo un civil. No podrás esquivar una bala, el dolor de cualquier herida podría dejarte vulnerable y físicamente hay muchas personas mas fuertes y resistentes que tu.

Nunca ha sido alguien creyente de alguna religión o deidad, pero ahora mas que nunca rogaba porque estuvieras bien. Quien fuera que lo escuchara, solo le pedía que te permitiera volver sana y salva a casa, con el. 

"__________, mi amor...vuelve..."