¿Te Encariñaste?

● Prefiero Un Té ● Pt.3

Sentir como la lengua de Johnny recorre su cuello de arriba para abajo le produce escalofríos. Cada centímetro que recorre es una sensación fascinante, más aún cuando comienza a bajar por la línea que divide su abdomen, llegando lentamente hacia su ropa interior parándose en esta. Es ahí cuando posa su mano sobre el mohicano del otro para evitar que se detenga, no quiere que pare, quiere más.

"Johnny..."

"¿Mh?..."

John envuelve entre sus dedos la elástica tela para proceder a bajarla, dejando primero al descubierto el bello de la zona y luego la grande, dura y húmeda longitud del rubio. En ese momento sus ojos son dirigidos hacia arriba para poder mirar al británico, dándole a entender que lo que acaba de ver le ha gustado.

"¿Qué tal si..." Ahí coge con su mano dominante la encantadora polla y la comienza a bombear con suavidad. "... a partir de ahora no soy simplemente tu barista favorito, 'Simon'?

"¿Qué? ¿Cómo sabes mi n-?" Antes de poder decir una palabra más, Soap mete toda su longitud en sus fauces. Los dedos de su mano libre se arrugan entre las finas sábanas mientras que su compañero consigue introducirlo todo hasta llegar a la base.

Ghost se despierta de un salto en su cama, con la respiración agitada, sudando como si hubiese corrido en los juegos olímpicos y el pene más tieso que el mástil de un barco. Para poder asimilar la situación, apoya su espalda en el cabecero de la cama fijándose en el bulto de sus pantalones de pijama. -Joder...-

Gira su cabeza hacia la mesilla de noche para contemplar la hora en la pantalla de su teléfono. Las 5:47, la alarma sonará en pocos minutos pero no puede ni quiere volver a dormirse. Para no seguir con este tema en mente, se levanta de la cama para coger su uniforme y dirigirse al baño a darse una ducha.

Cuando se deshace de su pijama, entra en la ducha y abre la llave del agua hacia la parte fría. Necesita deshacerse de esa erección pero ya. En cuanto se mete bajo el agua, un quejido sale de su boca al sentir semejante temperatura, pero debe aguantar. Los pelos se le ponen de punta e incluso la cabeza le está comenzando a doler.

Al cabo de dos minutos siente que no puede más, así que con un movimiento rápido gira la manilla hacia el lado caliente dejando el agua tibia. Desgraciadamente al mirar hacia abajo contempla su miembro aún duro. Su cara de inconformidad se forma al pensar en una opción algo más sucia, pero cree que no tiene de otra.

En ese momento, lleva su mano derecha hasta su duro pene y lo envuelve con sus dedos. Hace tiempo que no hacía esto, no veía la necesidad, no tenía suficiente 'motivación' pero ahora... Sin esperar más, comienza a mover su agarre lánguidamente, sin prisas, aunque quiera deshacerse de esto no es motivo para tocarse mal.

Poco a poco su glande se lubrica y no gracias al agua, sus jadeos se fusionan con el sonido de las gotas al caer. ¿Cómo puede estar masturbándose al haber tenido un sueño con el tipo de la cafetería? No quiere pensar en eso, lo único que hace es mover un poco más rápido su mano, necesita acabar esto.

Sin quererlo, un pensamiento intrusivo se cuela en su cabeza. La idea de tener a ese barista abierto de piernas le produce un espasmo, y por mucho que intente no pensar en nada, ese maldito escocés entra de nuevo en su mente sin permiso.

En ese momento cierra sus ojos y apoya su codo en los azulejos de la ducha, escondiendo su cara entre su bicep y antebrazo dejando su boca libre para poder respirar, o mejor dicho jadear. Su mano a estas alturas va a un ritmo bastante considerable, de vez en cuando lo hace más lento para masajear y luego retoma la velocidad.

No le queda mucho, cada vez está más cerca, así que aumenta ligeramente el movimiento y arquea su espalda para poder correrse de una vez. -Fuck, Johnny...- Un escalofrío recorre su espalda hasta su pelvis haciendo que suelte cada gota de semen en el plato de la ducha, las piernas le tiemblan y no de frío, y por alguna extraña razón, esto le ha gustado más que las otras veces.