● Prefiero Un Té ● Pt.5

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No hay alarmas, no existen molestos sonidos, todo está tan tranquilo... eso es extraño. Sus párpados se sienten muy pesados y la luz que se filtra entre las rendijas de las persianas no ayuda en absoluto. Como puede abre sus ojos lentamente para despertar de su plácido sueño. Está boca abajo en una posición bastante estrafalaria, pero al menos su cuerpo es inteligente dejando su cabeza de lado para poder respirar. Al tener sus párpados totalmente abiertos, se frota suavemente ambos ojos con su puño, y cuando termina descubre que esta no es su casa.

Cuando se apoya en sus palmas para colocarse mejor observa que se encuentra solo en una habitación muy diferente a la suya, al menos esta vez está en ropa interior. Cuando procede a sentarse en la cama sus lumbares comienzan a doler incluso peor que ayer, joder esto molesta más que las agujetas del día siguiente. Ahí intenta ponerse de pie como puede y se desplaza hacia la salida de la habitación medio encorvado, como se ponga derecho demasiado rápido se va a partir a la mitad. Por poco Ghost es capaz de atarlo al ventilador de techo de tanto que le cambió de posiciones.

Al caminar por el corto pasillo observa con mucha atención cada rincón de la casa, es bastante bonita y ordenada, él nunca podría llegar a ser tan ordenado y meticuloso. Ahora entra a lo que parece ser un salón comedor muy amplio, iluminado por la luz de la mañana que entra por la enorme cristalera, allí parece haber alguien sentado en un sofá de cuero blanco observando al exterior, bastante concentrado a decir verdad, incluso relajado.

"Buenas tardes, Bella durmiente" Dice la persona rubia levantándose de su lugar. Cierto, ya son la una y venite de la tarde.

Al verlo de pie se queda hipnotizado con su cuerpo, más aún cuando se gira y se fija en todo su fuerte y voluminoso cuerpo. Es prácticamente imposible no quedarse embobado al ver ese abdomen, o ese pectoral, y esos brazos... Solamente tiene un pantalón holgado que le cubre malamente la pelvis, y al mirar hacia arriba, su pelo mojado por la reciente ducha y... esa puta máscara de mierda. "¿Me puedes explicar por qué te pones esa máscara cuando hace horas me estuviste follando sin ella?"

"¿Dónde quedaron tus modales, se perdieron igual que tu ropa?" Dice enarcando una ceja. Ya está justo frente a él, a menos de treinta centímetros imponiendo con su altura como siempre hace.

"¿Quieres que te muestre respeto después de lo de anoche?" Pregunta sonriendo con picardía.

"Siempre" ¿Por qué cojones no podrá dejar de mirarle? "¿Cómo te encuentras?"

"Me duele... todo"

Ghost achina los ojos para mostrar satisfacción. "Perfecto" Tal vez ya no haya vuelta atrás, por mucho que intente evitar contacto, palabras o miradas siempre recae.

"Enfermo" A pesar de eso, sus dedos se rozan con los largos y fríos del otro.

"Te voy a dar dos indicaciones" Ahí levanta la mano no acariciada con el puño cerrado y levanta un dedo. "Número uno: Tienes el almuerzo atrás tuyo sobre la mesa, come" Y luego otro. "Número dos: Hueles demasiado a lo de anoche, te dejé algo de ropa en el baño, ve y dúchate"

"Vaya, qué detallista" -Un momento...- "Espera, ¿me estás diciendo que apesto?"

"No sabes en absoluto lo que puedo soltar por la boca, ve a hacer lo que te dije" De cierta manera es una orden.

"Créeme que sí lo sé..." Hace referencia a todas las cochinadas que dijo.

Cuando el escocés se da la vuelta, Simon aprovecha para observarlo con detenimiento, muy buena constitución la verdad, un volumen limpio bien trabajado con una definición no muy intensa, eso es lo que más le favorece.

"¿Dónde se supone que está el baño?" Pregunta el más bajo girándose.

Estaba de brazos cruzados pero ahora con su mano señala hacia la izquierda indicando la ubicación de lo recién preguntado. En realidad tiene tres, uno para su habitación, otro para la sala y el último para una de las habitaciones de invitados.

¿Te Encariñaste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora