𝗾𝘂𝗲𝗲𝗻 𝗼𝗳 𝗸𝗶𝗻𝗴𝘀 ❪ 𝗁𝗈𝗍𝖽 ❫

𝟬𝟭 | Larga vida a la Reina.

Los cautelosos ojos morados de Rhaenyra se deslizan entre las servidoras que se apresuran a salir de sus aposentos después de entregarle su desayuno. Cuando todas ellas salen, quedando solamente los dos, Rhaenyra ladea ligeramente la cabeza, mirando al comandante con una mezcla de curiosidad e interrogación.

──¿Qué pasa? ── Su voz sale confundida y preocupada, sus ojos escaneando ansiosamente al hombre delante de ella, cuya expresión no hace más que revolverle el estómago con nerviosismo. Sus dedos juegan inconscientemente con sus anillos, una costumbre que tiene siempre que se siente ansiosa.

Lo observa tragar saliva. ──El Rey está muerto.

Un jadeo escapa de sus labios, acompañado de un vuelco en su pecho cuando su corazón comienza a latir más rápido en un sólo segundo. Sus ojos llorosos buscan algún rastro de mentiras en los ojos o en la expresión del comandante, pero no encuentra nada más que seriedad y honestidad.

Baja la cabeza, sus ojos se fijan en el suelo borroso por las lágrimas acumuladas mientras sus puños aprietan inconscientemente la tela de su vestido. Debería colapsar, en realidad casi lo hace, porque sus rodillas tiemblan y tiene que apoyarse en la mesa frente a ella para estabilizarse. Sus manos se envuelven fuertemente en los bordes, su mente repasando una y otra vez algún indicio de que su padre estuviera mal.

No hubo ninguno.

──¿Como? ── Fuerza su voz a salir, sonando tensa por el llanto contenido.

──Mientras dormía.

Está por hacer más preguntas, porque no se suponía que ésto pasara, no se suponía que él se fuera tan pronto, no se suponía que la dejara, no se suponía que perdería a sus dos padres antes de siquiera cumplir la mayoría de edad, no se suponía que sería así, no así, no ahora. Pero antes de que pueda decir algo más, el comandante se arrodilla.

──Antes que nada, Su Gracia, renuevo mi juramento de lealtad hacia usted, Reina Rhaenyra de la Casa Targaryen. Juro proteger su espalda con todas mis fuerzas, mantener su consejo, dar mi sangre por ella, y dar mi vida por la suya si es necesario. No tomaré a una esposa, no tendré tierras ni engendraré a un hijo. Yo guardaré sus secretos, obedeceré sus órdenes, cabalgaré a su lado y defenderé su nombre y honor. Renuncio a todos los demás lazos y juramentos y lealtades, salvo este que ahora le juro por los Dioses Antiguos y los Nuevos.

Conforme cada palabra es mencionada, los ojos tristes de Rhaenyra se transforman en unos llenos de seriedad y agradecimiento mientras lo observa, arrodillado ante ella y pronunciando sus votos a su nueva Reina.

Con sus ojos llorosos aún enfocados en él, una pequeña y débil sonrisa se forma en sus labios. ──Y yo juro que siempre tendrás un lugar junto a mi hogar, y carne e hidromiel en mi mesa. Y juro no pedirte ningún servicio que pueda traerte deshonra. Lo juro, por los Dioses Antiguos y los Nuevos.

Cuando ella asiente con la cabeza después de pronunciar sus propios votos, Ser Harrold se levanta y se inclina hacia ella.

──¿Cuáles son sus órdenes?

Rhaenyra toma aire mientras parpadea para ahuyentar las lágrimas, lista para todo lo que venga. Ya habrá tiempo para llorar, pero ahora tiene que actuar.

──Lleva al Consejo a la sala, por favor. Llévalos. ── Ordena, enderezándose.

──Enseguida, Su Gracia. ── Él se inclina profundamente y sale de sus aposentos.

Respira profundamente varias veces seguidas mientras se echa un vistazo en el espejo para asegurarse de limpiarse las lágrimas, y luego sale de sus aposentos, siendo seguida por Ser Criston.