8.

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Lia García

Después de que Gavi se fuese yo también lo hice. Volví al aparcamiento donde estaban los demás, Ferran, Sira, Pedri y Pablo torre se habían quedado allí para saber si Gavi había aceptado o no.

-No ha aceptado, ¿Verdad?- Me preguntó la catalana.

-No.

-Vaya picado.- Dijo el canario.

No sabía que él seguía allí, se suponía que ,cuando yo fuese a decirle eso a Pablo, él se iría, pero no, estaba apoyado en el capó de su coche.

-Pedri, para de decir eso.- Le regañó la chica.

-Es la verdad, es un picao.-

-Pedro, ponte en su lugar.- Le dije. -Su mejor amigo, osea tú, le traiciono.-

Pedri se quedó callado, él sabia que yo tenía razón, pero no iba a admitirlo. El canario se subió a su mini cooper.

-Rubia, luego pasó por tu casa.- Dijo antes de arrancar e irse.

Había cogido la manía de llamarme así, no sabía el porque, simplemente un dia lo hizo y se me quedó ese apodo.

Pasaron las semanas y mi relación con Gavi prácticamente ya ni existía. Yo y Pedri estabamos muy bien, quedábamos casi todos los días. Mi relación con el resto del club también estaba bien, ya estaban acostumbrados a verme en sus entrenamientos y me invitan a todas las fiestas o cenas que hacen. Sergi y yo solo pasamos tiempo juntos cuando estabamos solos en casa, así que son muy pocas veces, porque suelo estar en casa de Pedri o si éstoy en mi casa el canario se me acopla en la habitación. Sira y mikky se habían convertido en alguien imprescindible en mi vida, pasaba mucho tiempo junto a ellas ya que solíamos juntarnos Mikky, Frekie, Ferran, Sira, Pedri y yo.

Estaba en la casa de Pedri, como de costumbre. Él y su hermano estaban jugando al fifa mientras que yo estaba a su lado riéndome de ellos cuando perdían.

-Vaya malos que soy.- Les dije a los dos cuando acabaron un partido.

-Juega tú, a ver si tú eres buena.- Me dijo el canario mientras dejaba el mando sobre mis piernas.

-Yo no se jugar.

-Pues a callar.

Pedri volvió a coger el mando y siguió jugando con su hermano.

-¿Queréis que pida pizza para cenar?- Les pregunté.

Ambos dijeron que si sin despegar la vista de la pantalla. Me alejé de ellos para hablar por teléfono con el de la pizzería.
Cuando llegó lo que había pedido, puse la mesa y esperé a que los chicos acabaran la partida. Cenamos los tres juntos, como la mayoría de los días. No páramos de reir en todo el rato, si no era Pedro el que decía una torería, era yo. Al acabar de cenar los dos hermanos volvieron a jugar al fifa. Miré la hora en mi móvil y vi que ya era muy tarde.

-Debo irme, es demasiado tarde.- Dije mientras me levantaba del sofá.

-Dejame acabar la partida y te llevo yo.- Me dijo Pedri.

-No hace falta, no está muy lejos, no creo que me pase nada.

-Ve con cuidado, Rubia.-

Me despedí de los dos con un abrazo y me fui de la casa. Comencé a caminar por las calles de Barcelona en dirección a mi casa. Había muy poca gente por los sitios por donde iba, no solía haber mucha gente. La calle estaba solo iluminada por las farolas que había, y tampoco era que alumbrasen mucho.  Era en estos momentos en los que odiaba no llevar el coche hasta casa de Pedro, no quedaba muy lejos pero odiaba caminar. Empecé a sentir unos pasos detrás de mi, pero no le di importancia hasta que después de girar en algunas calles seguía escuchándolos detrás mío. No quería ir hacía mi casa si me seguían así que tomé otro camino distinto, por mucho que cambiase de dirección la persona que me seguía no se iba. Decidí llamar a alguien para pedir ayuda, probé con los jugadores con los que más me llevaba del club y con Sergi, pero nadie me lo cogió, supuse que estarían todos durmiendo porqué era muy tarde, y que Fer y Pedri estarían jugando y no se darían cuenta de mi llamada. Me estaba poniendo cada vez más nerviosa ya que no sabía que hacer, podría ir hacia mi casa, pero eso no sería una buena opción. Necesitaba que alguien viniese a ayudarme y solo me quedaba una persona a la que llamar, Pablo. Pensé que no me lo cogería ya que no nos hablábamos, pero estaba equivocada, al tercer tono pude escuchar su voz a través del aparato.

-¿Qué pasa, Lia?- Me preguntó el sevillano.

-Pablo, necesito tú ayuda, alguien me está siguiendo y no se qué hacer.

Oí, a través del móvil, como se levantaba de la cama.

-Lia mándame tu ubicación en tiempo real e intenta ir hacia un lugar donde haya gente. En unos minutos estaré contigo.

Le mandé lo que me pidió.

-No tardes, Pablo.

Él me colgó y yo caminé hacia un lugar donde pudiese haber gente. No conocía la zona donde estaba, así que, no sabía si había algún tipo de bar cerca. Por mi suerte encontré uno en el que había gente, procuré no alejarme de allí mientras esperaba a que Pablo llegara.

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Éstos dias tengo tiempo para escribir:D










Only you, my boy [Pablo Gavi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora