Capítulo VIII

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Faltaban tres días para la gran fiesta de seres fantásticos, todos tenían pareja con quien ir. Pero aún uno no se decidía como pedirlo.
Minho quería pedirle a Jisung que fuese con él, últimamente habían hablando por las tardes, pero nunca llegaron a quedar además de eso.
Tampoco sabía si Jisung tenía pareja y eso le hacía estar ansioso y nervioso. Pensaba en cualquier forma y al final le parecía horrible, cansado de su estrés por poco decide invitar a otro omega o beta. Pero su corazón sabía que quería a Jisung y aún seguía confundido del porqué, sabía que le atrae pero tampoco esperaba que fuese como una cosa más a allá del gustar.

Sentado en un banco en su descanso entre clases, pensaba y decidía que iba a hacer. No es como si no tuviese omegas con quien ir, es que quería a uno. E invitar a ese omega se le hacía difícil. Siguió entre pensamientos cuando se le ocurrió una maravillosa idea.

Jisung, espero que te gusten los alfas románticos y raros.













Jisung se encontraba en una mesa de la cafetería junto a Sana, una amiga suya, mientras veían que un chico se acercaba.
Como Han se lo esperaba, era otra invitación a la fiesta para acompañar. Para no ser borde con el alfa le dijo que lo pensaría, como dijo con los anteriores alfas. No se encontraba interesado, más bien le producía aburrimiento.

Cuando volvió a quedarse a solas con su amiga, suspiró.

- Sunggie, ¿Por qué no aceptas a ninguno? - preguntó Sana. Ellos también se conocían desde hace mucho, y eran buenos amigos. El problema es que Sana solía ser de otra clase diferente a ellos y se encontraban menos.

- Es que ninguno me interesa noona - intentó explicar Jisung.

- Ya Sunggie, pero a este paso vas a estar como las otras fiestas. Solo te dejan entrar porque eres popular, pero eres el único que rompe la regla de las fiestas - le reprochó Sana. Sana era como una amiga-madre para él. Aunque fuesen al mismo curso, Sana era mayor.

Jisung cruzó los brazos con un puchero, sopló hacia arriba haciendo que un mechón del pelo se elevase por el viento expulsado.

Iba a responder cuando un sujeto por atrás le tocó el hombro. Se dio la vuelta en medio de un susto y se sonrojó al ver que se trataba de Minho.

Se puso los cabellos tras sus orejas y se arregló el flequillo en unos segundos.

- Hola - comenzó a decir Minho.

- Hola hyung - respondió Jisung. Sana miraba la escena con una sonrisa mientras daba un trago a su vaso de agua.

- Este, lo he estado pensando y como llevamos tiempo hablándonos... ¿Te gustaría quedar hoy en la tarde? Digo, han abierto un parque nuevo cerca de por aquí - propuso el mayor. Jisung al escuchar esto se sonrojó y parecía una fresa. Rojo de la vergüenza jugó con sus manos sobre la falda blanca. Lee le estaba proponiendo una cita ¡una cita! Los nervios eran porque era su primera cita y no sabía cómo tratarlas.

Tenía encuentros, pero nunca nadie se lo propuso enserio. ¿Pero que iba a perder saliendo con Lee Minho? Nada, así que, aún avergonzado aceptó.

- Es-Esta bien hyung - contestó sin levantar la cabeza de su sitio. A Minho esto le parecía lindo y acaricio los finos y suaves cabellos.

- Pues nos vemos a la salida de los entrenamientos pequeño popular - Minho están contento, no, lo siguiente. Cuando se despidió de Su Jisung y su amiga, su aura solo radiaba alegría, tanta que era hasta insoportable.

Su gran buen humor perduró por todo el día.








- ¡¿QUÉ, QUÉ?! - exclamó gritando el rubio. Estaban hablando en el descanso de su entrenamiento de animadores, cuando aprovechó a contarle su situación a su amigo.
No había visto a Félix desde la mañana por asuntos familiares, y por eso no pudo asistir al colegio pero si al entrenamiento.

- Sí Félix, si - intentó calmar a su amigo que parecía que se iba a quedar calvo en cualquier momento por su arranque de pelos.

- ¡¡Vas a salir a una cita con LEE MINHO!! - dijo recalcando el nombre del alfa.
Félix estaba en su cuarto espasmo después de que su amigo le dijera.

- Lo sé, lo sé y no se que hacer - apenado por ser su primera cita sin saber que hacer o llevar.
El rubio con pecas vio a si amigo triste y su alarma de primera cita se activó olvidando su antiguo estado.

- Primero te vamos a hacer más bonito de lo que eres, número dos vamos a prepararte y número tres la charla final -

- ¿Qué es la charla final? - preguntó extrañado Jisung, menudo cambio de pensamiento pensó sobre su amigo.

- Ya lo verás. Por ahora ¡Vamos a terminar el entrenamiento! - tiró de su amigo para volver a los campos al ver que los otros animadores los esperaban. Jisung solo rezaba que todo saliese bien.






- Okey Jisung, primero tienes que ducharte - se encontraban en la habitación de Jisung en la "preparación de primera cita". Jisung asintió y se metió a la ducha. Mientras tanto Félix buscaba un buen outfit en el armario de su amigo.
Se decidió por algo bonito, elegante y algo sexy. Era un top holgado elegante con mangas largas y bordado curveado de color blanco un poco transparente , por debajo llevaría una camiseta de tirantes blanca pegada. En las piernas llevaría unos pantalones rectos vaqueros junto a unas converse blancas. Y de accesorios un bolso para las emergencias y alguna joyas, no muy pesadas.

Lo coloco todo encima de la cama para que pudiese su amigo lo pudiese ver cuando saliese.

Jisung salió con el pelo limpio y el cuerpo lavado, junto a su aroma de fresas y naranjas.
Vio el outfit que su amigo le había preparado y no le disgustó para nada. Se vistió y se dejó ser maquillado. Sus ojos tenían un poco de brillo y Félix se habían encargado de poner color a sus mejillas y labios. Cogió su bolso escogido y su amigo le mandó a sentar. Llegaba la charla definitiva.

- Okay pequeño principiante, empezamos con las cosas básicas. Primero, si se pasa de listo le das una patada y te vas. Segundo, si es demasiado lindo igualmente no bajes la guardia, no sabes sus verdaderas intenciones. - Jisung escuchaba cada y una de las palabras que su amigo contaba, escuchado con atención y determinación.
Y tras una larga conversación proporcionada por solo Felix, era hora de irse.

- Y por último, y que no se te olvide . Pasarlo bien- guiño el ojo para su amigo y este sonrió.

- No se que haría sin ti Lix- le dijo mientras le abrazaba en forma de agradecimiento.

- Para eso están los amigos - le respondió. Ambos sonrieron y uno se fue a su dormitorio y el otro a ver a su cita.

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