Casada con mi jefa - Freenbecky [Adaptación]

Capítulo 13

Becky no podía odiar su suerte mejor, el hecho de que Amanda se apareciera en el almuerzo en definitiva no estaba en sus planes.

— Becky, que sorpresa encontrarte aquí —dijo la modelo una vez cerca de la mesa.

— Lo mismo opino —ella se colocó en pie para saludarla.

— Me alegro de volver a verte —ella se aproximó a Becky y la abrazo frente a Chankimha la cual arrugo un poco el ceño ante la escena.

Por primera vez, Becky no deseaba esas muestras de cariño. Devolvió el abrazo y la alejó de forma rápido.

— Hola señorita Jensen, un gusto volver a verla —dijo Chankimha levantándose para saludar a pesar de que sus ánimos estaban por el suelo. Ver a la modelo junto con su jefa era una clara muestra de lo diferentes que ellas eran.

— Hola querida. Me alegro de encontrarlas —respondió con una sonrisa falsa— he estado realizando una sesión de fotos cerca de aquí y decidimos con algunos compañeros, dirigirnos hacia este restaurante a comer.

— ¿Son fotos de revista o publicitarias? —le preguntó Chankimha tratando de ser educada, pero para ser sincera no le interesaba.

— Son publicitarias, soy la imagen para Cover Uk. Es agotador, pero disfruto ver mi rostro por todos lados —dijo observándola de pies a cabeza— Ah, por cierto, Becky; necesitó hablar un momento contigo, Es sobre un tema laboral—se giró hacia Chankimha— no te molesta que te la robe un momento ¿Verdad?

— No, claro que no. Las esperaré acá —dijo Chankimha de forma neutra, sin mostrar su molestia.

— Ya vuelvo cariño —le dijo Becky antes de depositar un casto beso en sus labios enfrente de Amanda.

Becky se encaminó detrás de la modelo a un área donde pudieran mantener una conversación íntima. Se colocaron en el jardín del restaurante, escondidas de miradas indiscretas.

— Cuando me dijeron que te casabas no lo creí hasta ver las fotos con tu prometida.

— ¿Qué quieres Amanda? —Becky conocía demasiado bien a Amanda. Llevaban años en una relación por conveniencia sin ataduras, ella sabía que Becky frecuentaba a otras mujeres, como una de las corredoras de bolsa de Walt Street, o la vicepresidenta de las empresas Mapreco; mujeres independientes, personas con metas establecidas donde la ilusión del amor no entraba en la ecuación.

— Quiero saber lo que tienes realmente con ella; creo que nos conocemos lo suficiente como para que pretendas que yo crea que ahora estás enamorada y tienes el deseo de casarte con ella.

— ¿Y si fuera así? —le dijo Becky extrañamente molesta; no podía dejar que Amanda descubriera la verdad.

— No sería con esa chiquilla, ella no es tu estilo Becca, además, tú y yo sabemos que jamás has logrado mantenerte tu interés en una sola mujer.

— Eso no es de tu interés...

— Claro que si —se acercó a ella— Sabes muy bien que tú y yo en ese aspecto somos iguales. Somos unas mujeres tóxicas, incapaces de realizar tal compromiso con otra persona que no sea igual a nuestro entorno. Y dudo que la pequeña tonta sepa como satisfacerte...

— No hables así de ella.

— ¿Acaso me equivoco? A no ser que la hayas dejado embarazada —se acercó a Becky y le acaricio el pecho— Pero tú odias a los niños, así que dudo que ese sea el motivo de esa boda algo...apresurada y muy sospechosa, querida.

— No está embarazada —Becky tomo las manos de ella y las quito de su cuerpo. Sentía como su enojo comenzaba a crecer.

— ¿Entonces por qué te casaras con ella? ¿Tan buena es la chiquilla en la cama?