❝ Donde Chaeyoung va a dejar a su hermanita menor al jardín y se encuentra con Mina ❞
⚘ Romance, fluff, soft
⚘ mención de parejas secundarias
⚘ Actualizaciones diarias
⚘ Historia corta
⚘ Portada hecha por: @sxnrics <3
|ADAPTACIÓN|
⚘ Autor/a ori...
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Tal vez se quedó demasiado tiempo mirando los ojos brillantes de Mina al probar el Latte Vainilla por primera vez, pero ahora mismo no podía despegar sus ojos de los contrarios, eran tan bonitos y grandes, con esas pestañas rizadas y largas y aquellas tiernas encías que aparecían al sonreir Mina.
Winter estaba jugando con su teléfono mientras comía un par de galletas y tomaba leche con chocolate caliente, demasiado ensimismada en su juego que no era capaz de ver lo que pasaba entre sus dos unnies.
— No me... mires así— habló Mina avergonzada, con esas mejillas sonrojadas y tomando otro sorbo de aquel café con suavidad, dejando un pequeño rastro de crema en su labio superior que limpió con su lengua mientras pestañeaba nerviosa ante Chaeyoung.
— Perdón, ¿te incomodé, unnie?— Chaeyoung se alejó al procesar aquello que le dijo Mina y luego de ver su rosada lengua pasar por su labio, sacudiendo la cabeza y mirando hacia su americano.
A Chaeyoung no le gustaban demasiado las cosas dulces, le hostigaban y daban dolor de estómago cuando comía demasiadas, prefería las cosas saladas o amargas y casi ni comía azúcar. Y Mina era todo lo contrario a ella, Mina amaba el azúcar y las cosas dulces, lo notó cuando pidió el Latte Vainilla y añadió dos cucharaditas de azúcar extra, Chaeyoung seguramente moriría bebiendo aquello pero Mina parecía gustosa y feliz, y si lo estaba, a Chaeyoung no le importaría morir por sobredosis de azúcar.
Ya entendía de donde había sacado Mina esas mejillas de algodón y esa actitud tan suave y dulce, Mina era un dulcecito de azúcar que cualquiera querría comerse.
La japonesa hizo inconscientemente un mohín al ya no tener toda la atención de Chaeyoung encima suyo. Le gustaba tenerla aunque la menor a veces le miraba como si le fuese a besar, y vamos, que no le molestaba para nada esa mirada pero tenía un poquitín de miedo aún así, aunque al parecer, la coreana le había malinterpretado.
— No es eso, Chaeyoung-ah — intentó tranquilizar la situación antes de que se volviese incómoda, y arrugó la nariz al ver a Chaeyoung darle un sorbo a su café y mirar a la perdida Winter jugar con una galleta en la boca.
Mina le miró por un par de segundos más, antes de bajar la mirada a su mano libre en su regazo y la de Chaeyoung situada a un costado de su pierna sin llegarla a tocar. Volvió a mirar a la coreana, sonrojándose cuando vió esos orbes observarle de reojo y apartándose con la cara caliente y los labios apretados. Y suavemente fue dejando caer su mano por su pierna, avergonzada y buscando con las yemas de sus dedos la caliente mano de Chaeyoung.
Cuando la sintió, una pequeña corriente le recorrió el brazo de una forma agradable, y escabulló un par de dedos por debajo de la mano de Chaeyoung, soltando una pequeña sonrisa cuando sintió los tibios y delgados dedos de la menor moverse y entrelazar sus dedos suavemente con los contrarios en una suave caricia. Chaeyoung dio un apretón lleno de afecto, sintiendo sus manos acopladas como piezas de rompecabezas de forma tierna y especial.