❝ Donde Chaeyoung va a dejar a su hermanita menor al jardín y se encuentra con Mina ❞
⚘ Romance, fluff, soft
⚘ mención de parejas secundarias
⚘ Actualizaciones diarias
⚘ Historia corta
⚘ Portada hecha por: @sxnrics <3
|ADAPTACIÓN|
⚘ Autor/a ori...
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Chaeyoung no se sorprendió al aparcar frente a la plaza del barrio donde vivía Nayeon, en uno de los distritos al sur de la ciudad. Más se sorprendió el no haber pensado que su amiga se podría encontrar acá.
Bajó del auto cerrándolo con un clic y subiéndose el cierre de su sudadera, guardando las llaves en su bolsillo junto a su teléfono. Pasándose una mano por su cabello, caminó hacia la plaza poco concurrida, en busca de una cabellera castaña entre las bancas.
No le tardó demasiado, la plaza no era grande y Nayeon destacaba, no le costó nada encontrarla dándole la espalda en una de las bancas.
Chaeyoung se quedó un par de pasos detrás, sin decir nada, empujando la punta de su lengua contra su mejilla mientras intentaba darse fuerzas. Quería darse vuelta y huir a los brazos de Mina en este momento, y sabía que sonaba cobarde, pero Chaeyoung realmente evitaba este tipo de situaciones cuando intuía que saldrían mal o la acorralarían a una situación incómoda, y eso era lo que más evitaba en el mundo. Por tal razón ahora mismo estaba pensando seriamente en llamar a Mina para ir a buscarle y fundirse en sus brazos porque se sentía cómoda y en casa.
Negó con la cabeza, y suspirando, se acercó los cortos pasos que le separaban de Nayeon, cruzando por un costado de la banca y llamando la atención de la mayor antes de desplomarse en un extremo, sin mirarle.
Ambas se sumieron en un silencio totalmente incómodo, Chaeyoung no había volteado a ver a Nayeon, pero le pudo ver sobresaltandose con su llegada y escaneándole de pies a cabeza mientras ella no tenía la valentía para girarse hacia Nayeon.
Más sin embargo, Nayeon no le dijo nada, esas pestañas largas de la castaña no se escapaban de su figura, como a la espera de que dijera algo, y Chaeyoung esperaba lo mismo, aunque dándose cuenta ahora, era ridículo esperar algo de Nayeon cuando fue ella misma quien pidió verla, y que en realidad Nayeon debía estar esperando por ella y lo que sea que fuese a decir.
— Sé que te gusto— soltó sin más, sorprendiendose a si misma y a Nayeon a la vez, quien se quedó en blanco y palideció.
Chaeyoung no volteó a verla, tragando saliva al notar que Nayeon estaba más tiesa que una roca. No podía hacerle frente a una situación así porque no estaba preparada y no podía ver mal a Nayeon. Pero esta se quedó en silencio por al menos dos minutos, haciendo sudar aún más las manos de Chaeyoung.
— Fue Jeongyeon, ¿cierto?— susurró la mayor, con voz estable, Chaeyoung solo asintió.
Abrió los ojos con espanto cuando Nayeon se levantó de golpe de la banca hecho una furia.
— Esa maldita imbécil— masculló, comenzando a caminar con el rostro volviéndose rojo de la ira. Y Chaeyoung se levantó entre confundida y asustada por su amiga— ¡Me las va a pagar! ¡Yoo Jeongyeon hija de puta, de mi no te escapas!— comenzó a gritar, con las manos apretadas en puños.