Capítulo seis.

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Todavía no amanecía y Jungkook ya estaba despierto, algunos hábitos de sus días de entrenamientos tardarían en desaparecer.

Se levantó de su cama, tomó una ducha, preparo café y se sentó a desayunar.

A medio desayuno oyó un ruido, su padre se había levantado
—¿Por qué estás despierto tan temprano hijo?

—Buenos días para ti también—sonrió—Nos levantaban con un chapuzon de agua fría si no nos despertabamos antes del amanecer para entrenar, la costumbre permanece

—Entiendo ¿Solo tomas café? Hay pan en la cocina

—No tengo hambre, tengo nervios

—¿Y eso?

—Hoy es mi primer día como guardia real, se que lo haré bien pero ya sabes... las primeras veces son difíciles

—¿A que hora comienzas?

—En tres horas

—Vamos al establo, ayúdame con mis deberes, estar encerrado no te ayudara a calmar esos nervios, debes distraerte

—Claro—bebió el último sorbo de cafe—¿Tu no desayunas?

—Comeré algo más tarde. Déjame cambiarme y nos vamos

—De acuerdo

Apenas estaba saliendo el sol y Jimin ya estaba duchado, cambiado y peinado

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Apenas estaba saliendo el sol y Jimin ya estaba duchado, cambiado y peinado.

Deseoso de bajar a desayunar para después ir a ver a Jungkook. ¿Que puesto le asignarian?

Aun no creía que estuviera pasando, su mejor amigo estaba de regreso.

Salió de su habitación y se dirigió al cuarto de sus hermanos quienes, como siempre, estaban peleando
—¡No me importa porqué pelean pero terminen con eso!—gritó desde afuera—¡Quiero desayunar!

Taehyung y yoongi se miraron extrañados, al parecer Jimin no estaba de humor el día de hoy.

El rubio bajo las escaleras y al llegar al comedor principal se encontró a su madre y a su padre esperando por el y sus hermanos.
—Buenos días—saludó sonriente y se sentó

—Buenos días hijo—saludó la reina

—¿Por qué tan feliz?—preguntó el rey

—¿Por qué no estarlo? Solo se vive una vez

En ese momento los mellizos llegaron
—Buenos días Jiminnie ¿Quieres que te de los buenos días con un beso en la mejilla?—se burlo Taehyung

—Ese es trabajo de alguien mas—se burlo Yoongi

Jimin rodó sus ojos.

Jungkook tenía razón, hablarían de eso durante una semana entera.
—Si ustedes quieren asesinar al que me haga llorar... ¿Se matarían entre ustedes si lloro por sus burlas?

BELAMOUR -kookmin- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora