Capítulo siete.

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Los días pasaron y jungkook y Jimin se volvieron inseparables.

Aun más.

Jimin tenía su agenda llena de actividades de todo tipo y Jungkook estuvo a su lado en cada una de ellas

Poco a poco recuperaban el tiempo perdido.

Ese día Jimin se encontraba con su sastre personal, la fiesta anual era en apenas tres días y tenía que verse muy bien para entonces, pues todos los reinos asistirian y debía representar al suyo con alteza.

El castillo entero era un caos, gente yendo y viniendo, decorando, cocinando, preparando todo para el gran día.

—¿Entonces este color esta bien majestad?—preguntó el sastre

—No lo sé, ¿Tu que opinas? ¿Me sienta bien este tono?

—Si, resalta su piel blanca

—¿Y debería usar joyeria? ¿Tendré que usar mi corona porque la fiesta es aquí verdad? ¡Dios mio estoy tan estresado!—llevó sus manos a su rostro

Una carcajada desde la puerta lo interrumpió
—Majestad, usted puede ponerse el trapo más viejo que tenga y de igual manera le lucirá perfecto—dijo Jungkook—no es necesario el estres, todo saldrá bien

—¿Eso crees?

—Por supuesto ¿Sabe que? Olvídese de todo por unos momentos y hagamos otra cosa

—¿Que cosa?

—No lo sé, podemos ir a la biblioteca o al prado, hace años no voy ahí

—No lo sé... tengo que...

Antes de que pudiera terminar de hablar Jungkook tomó su mano
—No sea un príncipe aburrido, vamos—dijo para luego sacarlo de allí

Jimin y Jungkook recorrían el prado tomados de la mano, cuando estaban a solas solían hacerlo, no era incómodo para ellos, tomarse de la mano, besar sus mejillas y demás acciones románticas eran más bien reflejos automáticos

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Jimin y Jungkook recorrían el prado tomados de la mano, cuando estaban a solas solían hacerlo, no era incómodo para ellos, tomarse de la mano, besar sus mejillas y demás acciones románticas eran más bien reflejos automáticos.

—Adoro este lugar—dijo Jimin—me encanta el momento en el que haces silencio y solo oyes los pájaros y los grillos, es tan pacifico

—Lo es, además tiene una vista increíble

—¡Oh! Acabo de recordar ¿Recuerdas el árbol que teníamos prohibido visitar pero aún así lo visitábamos? Detrás de la huerta

—Claro ¿Que hay con el?

—¡Floreció! Sus flores son únicas, jamás había visto unas flores así ¿Quieres ir a verlas?

Jungkook solo asintio con una sonrisa, su príncipe se veia muy hermoso cuando se emocionaba.

El rubio le mostró con ilusión aquel árbol que solían visitar y le contó la historia de cómo descubrió que había florecido.

—....y entonces grite de la emoción y los sirvientes le contaron a papá que estaba aquí y me castigaron

BELAMOUR -kookmin- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora