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Helado de chicle, así sabe este verano que estoy viviendo. He conseguido lo que tanto quería, he conocido personas increíbles y alejarme de las que no me aportaban nada bueno, en fin, mucha felicidad me aparece, ¿No? Raro en mí tanta felicidad, algo malo va a pasar, lo presiento, es como una mosca que tengo siempre detrás que no me deja disfrutar del todo todos mis buenos momentos, basicamente como el helado de chicle, sabe a fresa pero no del todo, porque no es fresa, es chicle.

- ¿Andrea? — escucho mi nombre salir de su boca.-

- ¿E-eh? ¿Si? — que empanada llevo.-

- Que se te derrite el helado — comenta Rodrygo entre risas.- ¿Estás bien?

- Si, si, no te preocupes — sonrío para transmitirle tranquilidas.- me he quedado empanada, ya sabes.

- Bueno, si tú lo dices.

- Que sii — alargo la 'i' para convencerle.-

- ¿Cómo no va a estar bien la mejor fotógrafa del mundo mundial? — aporta el alma de mi vida, mi medio hermano, Marcelo, a lo que yo me río.-

- Eso, siempre con una sonrisita en la cara te quiero ver. Venga corre comete el helado que ya es semi líquido — aporta Rodrygo de nuevo.-

- Sois unos exagerados, que estoy bien cojones que solo me he quedado empana, pensando — respondo, a lo que ambos se ríen a carcajadas.-

Me encantaba estar con ellos, habían hecho una barbacoa entre jugadores y exjugadores del Real Madrid, no sé muy bien que pintaba ahí pero según ellos era la 'niña del equipo' y tenía que estar. Esta temporada ha sido una montaña rusa de emociones, no he tenido ni un solo descanso y, cuando lo tenía, lo aprovechaba para pensar en el equipo y en si íbamos a conseguir lo que tanto queríamos, y claro que lo hemos conseguido, la Champions, la 14.

Ser la camarógrafa de un club como el Real Madrid te llena mucho de orgullo, la gente que cree que es solo hacer 4 fotos, 3 vídeos y te vas a tu casa, pero no es así; ser camarógrafa del Real Madrid y tener un hueco en el vestuario automáticamente significa implicarse, que si 1 está mal lo están todos, formar parte de una familia, lo es todo.

- Madre mía Marcelito, que rica está esta paella — llega Roberto Carlos con su habitual gracia hablando.-

- Soy el Pelé de esto amigo — dice tirandose flores Marcelo.-

- ¿Qué vas a ser tú el Pelé de la paella? Te falta el arte valenciano para hacer una pella de verdad guapo — digo con burla, mi tierra me puede.-

- ¿Siempre tienes que ser así de agradable? — pregunta Marcelo.-

- Ya me conoces — digo guiñándole un ojo.-

Ay Marcelo, Marcelo ¿Qué haría yo sin ti? He llegado a estar mal, de estar en un pozo y creer que no puedo salir pero ahí estaba él. Tengo mucho miedo, no paran de hablarse cosas en el club sobre una posible salida suya que no me hacen ni pizca de gracia, es como mi hermano mayor aquí, en Madrid, que estoy sola y lo dejé todo atrás por mi trabajo, si se va no sé para donde tirar.

- Esta temporada cada defensa que me hacía falta salía del campo acojonado — aporto Rodry.- Tiene más genio que un chiguagua — remata haciendo que se rían todos.-

- Que mentira — me defiendo que verdad, pienso.-

- No, que va, todavía me acuerdo del chico este bajito del Barça, ¿Como se llama? — pregunta Rodrygo.-

- Gavi — respondo, como para no acordarme.-

- ¡Ese! Te pasaste Andrea, pobre chico — dice entre risas.-

𝙉𝙤 𝙡𝙤 𝙙𝙞𝙜𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙖𝙡𝙩𝙤 - 𝙂𝙖𝙫𝙞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora