O2.

1.3K 115 36
                                    

¡Qué dicha! Un día de regalos y sorpresas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Qué dicha! Un día de regalos y sorpresas.

Nos acomodamos en nuestros asientos de nueva cuenta en el momento en que mi novio, siendo la persona tan caritativa que es decidió sacrificarse para rectificar que el olor a bomba trasera de Tae-Man se hubiese extinguido del salón, y tan solo minutos después entro la Profesora Park teniendo entre sus manos una carpeta azul y asustando a Deok-Joon, quién se encontraba degustando unas papas cómo si fueran el mejor manjar del mundo.

Ay.

Yo también tengo hambre, no desayuné.

— ¡Atención!

Nadie le hizo caso y continuaron murmurando entre sí.

¡Atención! ¡¿Qué no entienden de esa palabra?!

— ¡Silencio todos! — pidió Yoo-Jeong ejerciendo su título como presidenta, siendo ignorada también.

Por eso y otras cosas más nunca me ha gustado liderar grupos, éstos jóvenes de hoy en día no hacen caso cuando se les habla y no estoy para andarme estresando, ¡la paciencia es lo primero que se pierde!

— ¡Atención! — golpeó su pupitre y esta vez si logró que los estudiantes le hicieran caso. Toda la atención del salón se había colocado en ella en el momento en que dijo las siguientes palabras. — Tengo un regalo para todos ustedes hoy.

El salón empezó a dar vitores emocionados, pero de mi parte seguía en silencio y analizando a cada persona de mi alrededor.

¿Enserio no ven que entró con la carpeta? ¡Es obvio que son las notas del simulacro!

— Resultados del simulacro de exámenes en septiembre — levantó su mano derecha mostrando ante todos un conjunto de hojas pequeñas, que claramente eran nuestras notas, mientras veía con una sonrisa la reacción de mis compañeros.

Aguante una risa cuando todos empezaron a quejarse mientras bajaban la cabeza sintiéndose decepcionados.

Empiezo a creer que lo hizo a propósito, ¡Solo miren la sonrisita pícara que adorna su rostro!

— Hay un regalo más — pronunció entre todos esos suspiros de decepción, ganándose nuevamente la atención de los estudiantes. — Los repartiré de acuerdo a la puntuación. — y ahí estaban de nuevo esos quejidos de decepción.

La mayoría del salón empezó a quejarse alegando que eso era demasiado cruel y que no lo podía hacer, sin embargo la profesora los ignoró y gritó.

𝗤𝗨𝗜𝗘𝗧 • 𝗗𝗨𝗧𝗬 𝗔𝗙𝗧𝗘𝗥 𝗦𝗖𝗛𝗢𝗢𝗟.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora