The love it takes, it's worth the pain

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Manjiro Sano había decidido seguir el curso prefijado de la formación de la Toman. Aunque con ciertos cambios que consideró necesarios para proteger a quienes tanto había querido.

Sabía muy bien que era lo que debía evitar que sucediera para darles a todos un futuro mejor. Para darle a los demás un futuro que merecían, uno en el que nadie, más allá de él y Takemichi, tendría que sacrificar algo por el bienestar del resto.

Así que por el bien de los demás había elegido a Hanagaki como su hombre de confianza, después de todo era el único que sabía el futuro tormentoso que ciertas decisiones y sucesos podrían conllevar. No obstante había elegido a Ken para volverse aquel a quien podría recurrir cuando no estuviera totalmente seguro de las decisiones que tanto él como Takemichi tomaban.

Las viejas costumbres difícilmente se pierden, reconocía.

Si bien Ken no era distinto a como lo fue en su línea original, quizá ya no eran cercanos y él no dependía tanto del rubio como solía hacerlo, pero conocía a Ryuuguji y sabía que apoyaría su ambición sin importar qué. Porque el Ken Ryuuguji que conoció era así, y está versión de él no era distinta.

A pesar de que a ojos de otras personas él y Hanagaki compartían un sueño, lo cierto era que aunque Takemichi tenía un sueño similar, la realidad era que no era un sueño compartido como lo había sido con Ken.

Una parte de Manjiro extrañaba aquello y en lo profundo anhelaba que fuera como antes, pero sin las pérdidas de por medio. Sin embargo cada día se recordaba que no era lo que el resto merecía, que no merecían que algo les sucediera solo por un instante de egoísmo de su parte, no cuando todos habían sufrido previamente por sus decisiones egoístas.

Manjiro se recordaba a sí cada día que todo eso es por el bien de los demás, para no herir a todos por un momento de egoísmo, y que después de todo no merece un instante de felicidad junto a Ken o ninguno de los demás, al menos no después de todo el daño que ocasionó.


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Ryuuguji había conocido a Mikey y Takemichi a una corta edad.

Durante meses escuchó rumores acerca del invencible Mikey y el solo pensar en ello había hecho que sintiera una emoción abrumadora. Recordaba como solía mencionarle con emoción a Takashi y Masaway como esperaba encontrarse con el invencible Mikey. Jamás admitió aquel sentimiento burbujeante en la boca de su estómago ante el ansia de conocer a Mikey, ni como su corazón se aceleró cuando finalmente lo conoció y vio la forma tan sencilla en la que acabo con quien en aquel entonces era el matón líder que seguía.

Para Ken aquel recuerdo de un sonrojo, el acelerar de su corazón y el sentimiento de que finalmente estaba completo era un secreto que prefería no mencionar, que de igual forma hacía mucho había quedado en el olvido en lo profundo de su mente.

Like there ain't enough dying stars in your skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora