You're the feelin' I can't put down, you're the shiver that I can't shake

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Ken no se siente totalmente recompuesto tanto física como emocionalmente luego de su corta reunión con Manjiro, al menos no lo suficientemente bien para regresar al taller donde sabe que Inui le hará un montón de preguntas al verle de tal manera. Así que decide regresar a su departamento en el cual mira el techo fijamente por lo que siente es una eternidad, aunque solo es hasta que se siente lo suficiente recompuesto, o que al menos no siente su respiración fallar y que aquella punzada de dolor incesante en su pecho mengua, luego de alejarse de Manjiro, decide que es momento de hablar con Inui.

Permanece sentado en el sofá mirando a la nada mientras escucha el sonido de la llamada enlazándose.

D&D Motors, atiende Inui ¿con quién hablo?

—Seishu.

Ken, ¿qué pasa? ¿Aún sigues con Manjiro? —nota el tono de desagrado en la voz de Inui al mencionar el nombre de Mikey, también como una pequeña punzada de dolor surge en su pecho.

—No, la reunión no duro mucho, pero no me siento muy bien, ¿hay algún problema si no regreso al taller?

Está bien, realmente no estamos repletos de trabajo, ¿quieres que te lleve algo? ¿Qué es lo que tienes? ¿Fiebre? ¿Tos? ¿Nauseas?

—Es algo así como tos, —menciona—. Pero no te preocupes, no necesito nada, solo es una pequeña molestia ya fui al médico, y mañana podré regresar al taller...

—¿Estás seguro? En verdad no hay trabajo acumulado, vamos bastante bien con los pendientes, así que no hay problema con que cerremos antes...

—Estaré bien, te veré mañana.

Bien, entonces te veo mañana, descansa.

—Te veré mañana.

Ken habría preferido no permanecer solo en su departamento dándole vueltas a un asunto que involucraba a la única persona en la que no debía pensar, pero algo necesario. Era consciente de que hablar acerca de ello con alguien más cuando no tenía una decisión fija no era buena idea, necesitaba analizar la situación por completo por cuenta propia. Sin los puntos de vista de Inui, Wakasa y Mitsuya, quienes a pesar de que podrían simplemente ofrecer todos los puntos tanto malos, buenos y neutros de la situación, respectivamente, Ken consideraba que esta al ser una decisión que cambiaría su vida por completo solo le competía a él y a nadie más.

Por lo cual Ryuuguji pasa todo el día y la noche, en vela, realizando una lista mental de pros y contras, para tomar la decisión correcta. A la mañana siguiente llega a la conclusión de que realmente no sabe qué hacer. Su lista hasta ese momento carecía de puntos negativos, y más allá del hanahaki y quizá no ser la primera opción, no consideraba que existieran motivos aún mayores para evitar todo ello.

Así que cuando asiste al taller siente la mirada de Inui sobre él, y en los momentos en que observa de reojo al rubio nota la preocupación que tiñe su expresión ante su evidente cansancio.

Durante un momento donde Ken se encuentra reparando un motor e Inui parece estar afinando algunos detalles de otra motocicleta Seishu decide romper finalmente el silencio.

—Te ves terrible.

—Eso no es algo muy amable.

—Lo sé, pero no voy a pretender que no noto tu cansancio. —declara el otro rubio—. ¿Esto tiene que ver algo con tu reunión de ayer?

—No, solo no dormí bien creo que voy a resfriarme. —miente sin realmente encarar a Inui.

—Está bien, —responde con un tono poco convencido—. Solo trata de no esforzarte demasiado y si no te sientes bien puedes marcharte antes.

Like there ain't enough dying stars in your skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora