El Sultán

Capítulo 04

"De Camino al Infierno"

En la mañana en la otra habitación del palacio, la Sultana Hanare se encontraba triste y preocupada, no podía disimular sus sentimientos, pero aun así se levantó para preparar al pequeño príncipe Sora para llevarlo a tomar sus clases, lo vistió con prisa y poca delicadeza, paso un rato hasta que tomo al niño por las mejillas y besó su frente tomándolo entre sus brazos para iniciar su llanto de nuevo.

...

Pasado el mediodía en el área de las concubinas, el joven Deidara cuidaba que estas mantuvieran el parea limpia, estaba llagando al área de la puerta cuando la oyó abrirse y ver pasar al joven que había dejado ayer por la noche.

Con una sonrisa en su rostro y otra ropa que se enteró le llevaron después, vio a su amigo correr hacia él y tomarlo del brazo con prisa.

- Umi, ¿Qué sucedió? - Le preguntó con ansias

- ¿Cómo fue Umi, cuéntanos? - Le preguntó una de las chicas que junto a todos y todas se acercaron para hablarle

- No estuviste por casi dos días, ¿Qué te mantuvo allí?

- ¿Qué te dijo?

- ¿Por qué fue tanto tiempo? - Le preguntó otro chico

- Cuéntanos - Le volvió a pedir su amigo

- Bueno - Bajo su sonrisa un poco - Primero que nada, ya no soy Umi, Umino ya no existe - Hablo con un poco de seriedad - Ahora deberán llamarme Iruka - Explico sin darse cuenta que Kabuto pasaba frente a la puerta del Harem - Es Iruka, ¿Pueden entenderlo?

- ¿Y de dónde salió eso? - Cuestiono una de las chicas - ¿Te lo dijeron los Dioses?

- El Sultán Kakashi, ayer por la noche me lo dijo, incluso lo susurro en mi oído, Iruka - Susurro - Así me lo dijo, así me llamo Iruka... - Reafirmó sin darse cuenta que alguien más escuchaba la noticia - Umino a muerto, Iruka nació - Se reafirmó para los demás y para sí mismo, miro a su amigo y tomando su mano camino hasta sus camas empujando al resto

Una vez cambiado con el típico traje azul de las concubinas, se sentaron en uno de los sillones de las paredes para poder hablar a gusto.

- Cuéntame, ¿Cómo fue? - Preguntó apoyando su mejilla en su mano y mirando al castaño

- Bueno... - Suspiro suavemente - Es muy fuerte, y es muy guapo

- Jum... - Bufó su amigo inconforme por lo que le decía - Fueron dos noches - Se inclinó tratando de ser discreto - ¿Qué hiciste?

- Y no serán solo dos noches, le dije que de ahora en adelante será miles

- Lo conseguirás, hay que tener miedo de ti cuando te propones algo, pero ¿Tú me quieres Iruka? ¿No me harás brujerías verdad? - Le pregunto con miedo para luego reírse ambos por lo dicho

- Para nada, era una broma, siempre estaremos juntos

La puerta se abrió de golpe entrando los tres encargados, se levantaron con prisas haciendo una reverencia mientras veían que el Señorito Homura, Genma Ag y el Señorito Deidara se ponían alrededor de Iruka.

- Guarda tus cosas Umino - Inicio el Ag

- Te cambiaras de este lugar - Le hablo el mayor con fuerza, a lo que asusto tomo a su amigo del brazo - Tendrás una nueva habitación Umino

- Oh, disculpe, pero mi nombre es Iruka - Interrumpió con algo de prisa - Umino ahora está prohibido - Comentó a lo que los de enfrente lo vieron con seriedad sin decir una palabra