Víctor es un esclavo como todos, pero llega a su limite tras robar para su jefe, Jonathan Ripper una moneda del gremio que le da automáticamente una oportunidad para unirse al circulo de gobierno, pero para ello tiene que ganarse el apoyo del pueblo...
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Ebrish, Varage
1
La luz natural de la mañana hacía visible los papeles llenos de números en esa pequeña oficina con dos escritorios, uno vacío y el otro habitado por un chico de cabello despeinado hundido en sus asuntos sin darse cuenta que ya no era de noche... Las teclas de la máquina de escribir sonaban rápidas, su destreza en los cálculos nunca era discutida, y sus resultados no eran cuestionados, sus números eran absolutos.
La ventana estaba abierta, mientras se comenzaban a escuchar los cuervos que interrumpieron por completo al chico deteniendo su actividad. Afuera, en la azotea había mínimo dos nidos que antes habían sido uno... para el Tres Deseos, －la casa de apuestas rival contra Jonathan Ripper－ eran una plaga que debía ser controlada, pero para el residente de dicha oficina no lo eran. Inventó muchas excusas, tantos inconvenientes que al final dejaron de darle importancia, los cuervos tenían un nuevo hogar, no se iban a ir a ninguna parte al igual que...
—Bellamy, buenos días...— alguien habla detrás de la ventana, la luz hacía su figura una sombra que fue tomando características mientras entraba a la oficina.
—¿Qué quieres?—pregunta volviendo a poner sus ojos en su máquina para tratar de seguir con su trabajo, pero sus dedos dejaron de moverse.
Cerró los ojos escuchando a Víctor sentarse en la silla frente a su escritorio viéndolo fijamente. Después de dar un fuerte suspiro se mentaliza para volver a teclear, sin embargo... en cada movimiento que quería dar, sentía la mirada de Víctor en él.
—Dime que quieres y vete...
—Veo que tu plan no te funciono—comenta Víctor viendo la oficina como si nunca hubiese estado ahí.
—Solo a uno de nosotros—responde Bellamy indicando al escritorio vacío.
—¿Dónde está ahora?
—En un tren a Marvoks... o en un barco a Thurkovia—dice volviendo a ver la maquina de escribir. Habían planeado fugarse tanto tiempo juntos que todavía no podía creer que lo había entregado para tener una oportunidad de escaparse. Levanta la mirada y ahí estaba Víctor sin ninguna expresión en su rostro.
—Escuche que te habías vuelto loco desde que Jörnha te disparó en la pierna—dice Víctor recargándose en la silla y Bellamy, con toda la ira contenida niega con la cabeza. —¿Cuántos días llevas sin dormir?—le pregunta mientras trata de tomar una caja pequeña azul que Bellamy con un movimiento rápido la aleja de él.
—Los días que sean necesarios, Gurmony sobrevivió solo durmiendo tres noches al mes y ahora tiene una estatua en el distrito académico.
—Se te olvido que Gurmony era hijo de un miembro del gremio que estudió en la universidad de Povohi, no un esclavo—le dice dejándolo callado un segundo. Solo se recargo en su silla... ¿Cuántos días llevaba sin dormir? ¿Acaso los contaba? Vio la caja azul y la abrió, solo le quedaban dos píldoras. —Seis días...
