Víctor es un esclavo como todos, pero llega a su limite tras robar para su jefe, Jonathan Ripper una moneda del gremio que le da automáticamente una oportunidad para unirse al circulo de gobierno, pero para ello tiene que ganarse el apoyo del pueblo...
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DISTRITO ROJO. Varage, E'brish.
1
El olor a rosas se volvía cada vez más insoportable, pero tenían que estar ahí por una simple razón. Jonathan Ripper nunca va al As de Corazones.
El burdel más visitado, el más elegante... Algunos decían que tenía a las mejores chicas, pero Víctor solo había ido ahí un par de veces por trabajo. Aunque ya había cambiado de administración el lugar se veía igual que la última vez que lo visito. Los pilares cilíndricos de mármol y el techo adornado de telas translúcidas rojas que hacían que la luz se tiñera de ese color. Las chicas en las plataformas bailaban lento con las miradas de los hombres lujuriosos en ellas, daban asco... Pero no le gustaba juzgar a las personas en cómo gastan su tiempo y su dinero.
—¿Puedo saber porqué estamos aquí?—pregunta Faheem. Había estado tan callado que se le había olvidado que estaba ahí con él.
—Estoy esperando...—responde Víctor sin verlo. —Su turno comienza un poco más tarde. Así que vamos a quedarnos aquí hasta que salga.
—¿A quién esperas?
—A Ezsequiel—responde y Faheem se queja en el instante.
—No le pedirás ayuda al Brӕcal, ¿o si?—pregunta frenético. Faheem se acomoda en su silla sin entender lo que estaba haciendo Víctor.
—Se llama Ezsequiel, eres tú el que me dijo que dejara de lado los sobrenombres—le recordó Víctor, pero a Faheem le importaba muy poco el nombre de ese chico.
—Sabes bien que no puedo verlo, es irracional.
—Está enamorado—se burla Víctor volteando a verlo con una sonrisa.
—Tú no entiendes la gravedad del asunto, Víctor...—dice parando sus dedos por sus lagrimales.
—Entiendo que confundió el trabajo con sentimientos carnales, pero tú también fuiste culpable de ello. Contribuiste a su fantasía... No lo culpes por ilusionarse—le dice Víctor, sus palabras dejaron callado a Faheem, porque todas eran ciertas.
Ezsequiel era un chico brillante en su trabajo, era un mentalista experto y múltiples veces se escapó del As de Corazones para ayudar a Faheem. No hacía preguntas, tampoco cuestionaba la voluntad de Faheem... Víctor no sabía exactamente lo que había pasado entre ellos dos, pero si conocía al joven Ripper, era talentoso para cautivar a las personas. Tal vez no fue intencional, pero Ezsequiel lo sintió real y no sabía a qué grado le había afectado a Faheem... Su mirada preocupada, sus dedos ansiosos, si le hubiese dicho que iban a ver a Ezsequiel, no habría ido con él.
Sin más, vio su reloj y estaban a segundos de que Ezsequiel saliera.
Víctor con lentitud toma una de las rosas del centro de mesa y se la da a Faheem que la toma inseguro y algo molesto.
