Víctor es un esclavo como todos, pero llega a su limite tras robar para su jefe, Jonathan Ripper una moneda del gremio que le da automáticamente una oportunidad para unirse al circulo de gobierno, pero para ello tiene que ganarse el apoyo del pueblo...
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Hellgham. Varage, E'brish
1
La luz de la mañana golpeó en su cara. Con el poco movimiento la cadena de su tobillo hace un ruido molesto que le provoca dolor de cabeza. Quería dormir más, pero no iba a poder por la incomodidad que sentía en el cuerpo. Ve a su alrededor sin estar completamente despierto, recordaba lo que le había dicho el extraño la noche anterior. Le dijo que iría por él, pero... ¿Qué tan seguro es eso? Nunca se sintió particularmente necesitado más que en el circo.
—¿Despierto?—escucha del otro lado de la jaula. Ahí estaba Thom haciendo mucho ruido con las llaves.
—Ahora lo estoy, por tu escándalo—le dice Alegra poniéndose de pie listo para que lo liberaran del grillete de su tobillo. —Te ves optimista, ¿qué pasó?
—Lo sabrás cuando veas al maestro de ceremonias, tienes visitas...—le informó Thom mientras le quitaba las cadenas.
Alegra no estaba seguro si eso era bueno o malo, ver al maestro de ceremonias no era una buena señal. Para lo que los demás era una buena noticia significaba cosas malas para él. Aunque estaba preparado para lo que le esperaba.
Después de sobrevivir esa noche creía que era invencible, ya nada podía lastimarlo de verdad, así que el miedo que generalmente sentía cuando veía al maestro de ceremonias a solas no estaba. Esperaba todo... Aunque no entendía por qué Thom estaba tan feliz, nunca lo había visto así, mucho menos en frente de él. La interrogante desapareció cuando escuchó risas provenientes de la oficina del maestro de ceremonias.
Alegra suspira un poco antes de llamar:
—Maestro, soy Alegra...—espero un poco ahí parado esperando a que le dieran entrada.
—Pasa niño—escucha dentro del lugar. Alegra entró, ahí estaba el maestro de ceremonias con una sonrisa bebiendo un líquido extraño en una copa extendida. Él no tenía esos gustos. —¡Alegra, mocoso flexible! ¡Ven aquí!
Alegra estaba dando pasos cortos, la expresión del maestro no era de fiar, parecía influenciado, drogado... Sus sospechas fueron aclaradas cuando vio a la persona que estaba sentado en frente... Era el desconocido sin duda, estaba mucho más tranquilo que el maestro. Ese hombre volteo lento con una sonrisa dibujada en su rostro. Seguía siendo igual de encantador que la noche anterior, pero no entendía cómo es que logró hacer reír de esa manera al maestro de ceremonias de esa manera.
—¿Qué ocurre?—pregunta Alegra con desconfianza.
—Estábamos hablando de ti. Le estaba diciendo que recientemente habrá una cena para el señor Ripper y necesitamos entretenimiento especial.
No estaba listo para escuchar esas palabras. El día anterior parecía dispuesto a liberarlo, ahora lo quería para un espectáculo... No era distinto al maestro de ceremonias.
