Capitulo 4

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La pelinegra llegó a su casa le había dicho a Sara que se fuera a descansar, así que fue a su habitación y se puso ropa cómoda, una sudadera de universidad y unos pantalones de pants negros, se dirigió a la cocina, se sentó y se sirvió su vino favorito, se tomó el contenido de un solo trago y se sirvió uno más, así hasta que en su cuenta llevaba 6, cerró los ojos cuando el último trago pasaba por su garganta, recordaba ese beso, ese roce de labios, Kara no había hecho ningún movimiento para intensificar el beso, pero, aun así, había permitido que la besaran

Todas las palabras dichas por la rubia pasaban por la mente de Lena, continuó bebiendo intentando no pensar, necesitaba ahogar lo que estaba sintiendo, luego de muchos tragos, kara llegó abriendo la puerta y escuchando el sonido de cristal rompiéndose

K – ¿Lena?

Preguntó buscando a la aludida con la mirada, la cual volteó para verla, Kara estaba sorprendida del estado en que se encontraba la pelinegra

L – Hola, Mira, aquí está mi novia

K – ¿Cuánto has tomado?

L – Bueno, dejé de contar luego de la décima así que ni idea, ¿De dónde vienes?

Kara buscó algo para poder limpiar los restos de la copa que Lena había quebrado

K – Del trabajo

Lena volteó a verla con una sonrisa sarcástica en la cara

L – No mientas, sabes que no puedes ocultarme cosas

K – No se dé que me hablas

Susurró mientras tiraba los cristales rotos dentro de la basura

K - Vine aquí después de la oficina, tuve mucho trabajo hoy, salí de la oficina y vine directo a casa, nada más y aquí...

L – Deja de mentir

K - No tienes por qué desconfiar de mí, ¿por qué estás dudando?

L – Por qué te vi, Kara, te vi, estuviste en ese departamento con ese tipo y diciendo todas esas cosas y luego te besó y tu no hiciste nada y luego vienes aquí a decirme que vienes de la oficina y debo creerte, me crees una estúpida ¿no?, y yo he sido buena todo este tiempo

Los ojos de Kara comenzaron a llenarse de lágrimas, no sabía bien que sentir, le dolía pensar que había lastimado a Lena y también le daba miedo imaginarse lo que ella podría hacerle a su padre ahora que la había traicionado, suspiró queriendo evitar comenzar a llorar, se quitó los lentes y suspiró para comenzar a hablar

K – De verdad lo siento Lena, pero es que ya no sé cómo sentirme con esto, una parte de mí te tiene mucho miedo y la otra parte, simplemente te ama, y tener que mentir y hacer todo por chantaje, me está destruyendo, me duele mucho, no quiero fingir, ni temer y no quiero perderte, ya no sé qué hacer, y lo siento tanto, por favor di algo

Lena puso su mejor cara de indiferencia combinada con sarcasmo y cinismo, evitando mostrar más emociones, definitivamente las cosas cambiarían ahora y ella tomaría el control

L – No llores, no vas a conseguir nada con eso, creo que es tiempo de que las cosas cambien y veas quien está a cargo, no seré amable, haré que entiendas que conmigo no se juega

Kara dejó de llorar al instante y elevó todas sus barreras, poniendo un rostro similar al que Lena tenía en ese momento, su instinto le decía que no debía demostrar debilidad

K – Ahora si me vas a obligar a hacer las cosas que quieras, ¿eso cambiará?

L – No necesito forzarte, tú me deseas

la mafia del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora