For a fucking Eclipse. | MenNaru y SasuNaru.

33: Verdad.

Sasuke.
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Iba a decirle.

Le iba a decir está noche la verdad a mí "madre", de que su esposo la engañaba vilmente con el Hokage.

Tomo aire y me acerque a la cocina. Mikoto estaba dando la espalda tatareando tranquilamente alguna canción.

Estábamos solos está vez.

Me recosté en el mesón mientras la miraba, necesitaba encontrar las palabras adecuadas como para dar una noticia de esta magnitud.

-¿Qué pasa, hijo?

Ella apesar de saber que no soy su verdadero hijo, me trata como si lo fuera.

-Nada..

-¿Nada?, ¿Estas seguro?

-No… ¿Podemos hablar de algo?

-Claro, podemos hablar de lo que quieras.

-¿Por qué estás con Fugaku…?

Aún no me sentía listo para llamarlos papá y mamá…

Ella sonrió levemente, sin dejar de hacer lo que estuviera haciendo.

-Porqué estamos casados, además de que nos conocemos desde hace mucho tiempo.

-¿Solo por eso…?

-¿Pasa algo?

-Ví a Fugaku besándose con alguien más…

Hubo silencio, ella no dejo lo que estaba haciendo.

La mire, su expresión tranquila apesar de todo.

-Al parecer, esos dos se descuidaron un poco. ¿Verdad?

-¿Eh?

¡¿ELLA LO SABÍA?!

Le mire directamente, ella me miró y sonrió intentando darme tranquilidad.

-Pareces confundido.

-Lo estoy.

-Ay Sasuke… te voy a explicar.

Ella se puso los guantes y medio algo en el horno.

-Yo conozco a Fugaku desde que nacimos. Nuestros padres eran amigos por lo que esa obvio que querían que algún día nos comprometieramos para luego casarnos una vez tuvieramos la edad suficiente. Yo estaba perdidamente enamorada de él, era para mi el hombre más guapo e inteligente, pero él tenía sentimientos hacia otra persona y yo lo sabía…

Le preste atención, me sorprendía la tranquilidad con la que hablaba y expresaba todo.

Como si no le importará.

-Pero las cosas no eran como nosotros queríamos, había una guerra que parecía que no tenía fin. Y nuestro clan estaba escaso de mujeres fértiles para dar a luz a nuevos descendientes sanos, y para mantener la línea de sangre. No nos podíamos arriesgar de que tuviéramos hijos con gente por fuera del clan… El líder de ese entonces, nos dio la orden de formar parejas y traer nuevos descendientes.

-¿Qué?

-Si, así como lo oyes. Para los que no hicimos caso, nos emparejaron con personas que nada que ver… y yo era una de esas personas.

-¿Con quién te emparejaron?

-El que era el padre de Shisui. Era un hombre horrible en todo los sentidos, apesar de que le tuviera cariño a Shisui, no estaba dispuesta a ser su madrastra y menos a soportar a ese hombre.

-¿Tan malo era?

-Lo suficiente como para que tú padre le rompiera la nariz en una ocasión.

-Vaya… ¿Qué más paso?

-Yo estaba resignada, sabía que tarde que temprano debería casarme y acostarme con él. Y ahí es cuando entra tu padre.

Ella me miró y sonrió.

-Mis padres no dejaban que nadie entrara a mi habitación, pero una noche, él se escabulló y logró entrar, eran como las 2 de la mañana. Me despertó y salimos de ahí dispuestos hablar. Ambos no estábamos a gusto con eso, realmente nadie lo estaba.

-¿Y qué hicieron?

-Me propuso matrimonio. Así de la nada… me prometió hacer todo para hacerme la mujer más feliz del mundo y cuidarme hasta el día de su muerte, apesar de que yo no tuviera su corazón, haría todo lo posible para que nunca me faltara nada…

-Entonces aceptaste.

-Era inevitable rechazar tal propuesta, yo acepté apesar de todo… tú padre me fue fiel por muchos, pero muchos años. Pero una vez murió mini Sasuke, supe que estaba perdido completamente… no sonreía, no era feliz y me dolía verlo así…

-¿Entonces te fue infiel?

-No es infidelidad si yo se lo permito.

-¿Qué?

-Yo hablé con Minato y después hablamos los tres. Minato seguía enamorado de tu padre apesar de todo. Minato haría todo lo posible de no meterse en nuestra relación, Fugaku estaría con los dos al mismo tiempo, yo los dejaría y aún tendría mi esposo.

-Pero… ¿Por qué?

-Tu padre no es un mal tipo, pocas veces se ve con Minato y realmente tiene que estar muy mal para eso… el divorcio no se permite en nuestro clan. Fugaku es feliz a su modo, yo soy feliz a mi modo.

-¿O sea que estás cómoda con esto?

-Sí. No me falta nada, ¿Por qué ser egoísta sabiendo que entre Minato y yo podemos hacerlo feliz?

Me quedé en silencio. No podía creer lo que estaba escuchando.

Esos tres tenían una relación que relativamente era oculta pero ellos la venían más bien nunca.

Al parecer mi expresión fue muy obvia, ya que ella soltó una risita.

Se acercó a mí y tomo mi rostro con extrema delicadeza…

-Mi niño, no debes preocuparte… tu padre y yo estamos bien y eso es lo importante, tu debes preocuparte por tu recuperación.

Me acurruque levemente ante su tacto, sus manos eran calidas y suaves.

Era tan hermosa como yo recordaba... Cómo en mis escasas memorias, ella sonreía tan cálidamente, con esa aura maternal que me tranquilizaba inevitablemente.

-Aunque no seas nuestro verdadero hijo, te queremos como tal… -Dijo sin perder su sonrisa - si tienes más preguntas, puedes hablar con Fugaku, él te dirá con toda sinceridad lo que pasó para que ellos dos nunca estuvieran juntos y él me eligiera a mí…