Bien. Correcto.
Hermione parpadeó mirando al hombre de veinte, casi veintiún años frente a ella.
Parecía emocionado al punto en que ella temió por su salud. Hermione le dio una larga mirada, estaba bien dejarlo comer ese pastel de manzana que ella preparó, ¿no? Probablemente no sabía bien porque era una receta inventada—con la que Harry ayudó—, pero James parecía disfrutarla como si fuese lo mejor del mundo. A pesar de que la cosa estaba cruda por dentro y quemada por fuera.
—¿James? —Hermione lo llamó suavemente.
Habían pasado cerca de dos días desde que llegaron y contaron —a medias—la razón por la que estaban allí. Lily y James abrazaron mucho a Harry. Harry casi lloró, luego pareció sorprendido de ver a su versión bebé y luego pareció querer llorar cuando notó, de nuevo, a Sirius allí.
Harry no parecía querer alejarse de Sirius, Lily o James. Pero nunca se acercaba a ellos si bebé Harry estaba presente. Por otra parte, James parecía no querer alejarse de ella o Harry. Siempre rondando entre los dos, sonriendo como si los días fueran maravillosos y manteniendo contacto físico. Mucho contacto físico.
Hermione estaba segura de que James no la dejaría en paz si ella le daba rienda suelta a su comportamiento. James lo hizo con Harry, abrazándolo y manteniéndose cerca cada vez que lo veía. Al punto en que, incluso Harry, pareció un poco agotado de recibir tantos abrazos.
—¿Estás seguro de comerte ese pastel? —Hermione preguntó, mirándolo con una mueca.
James, quien había alzado la mirada rápidamente cuando Hermione lo llamó, asintió repetidamente. —Completamente.
Hermione suspiró, negando mientras notaba como él hombre parecía tener dificultades para tragar.
—No creo que esto este bien. —ella suspiró.
—No, déjalo. —Sirius estaba mirando a James con diversión. —Quiero ver cuanto soporta.
Remus se río. —Probablemente comerá todo el pastel y luego vomitará.
—¿Cómo diablos es que pude nacer cuando él actua de esa manera? —Harry parecía sorprendido de que su padre no hubiera muerto aún.
—Suerte Potter. —aseguró Ginny, ojeando una revista de Quidditch de la época.
—Siempre es la Suerte Potter. —Lily puso los ojos en blanco, pero sonrió. Él bebé Harry en sus brazos.
Hermione alzó su varita (ante los ojos cautelosos de Remus y Lily) e hizo desaparecer todo el pastel.
James la miró como si ella hubiese golpeado a su perro —lo cual era muy posible si contabas a Pads como una mascota y si habías visto como Hermione lo pateo (en su forma humana) porque el idiota trató de asustarla en la mañana.
—Estaba comiendo eso, amor. —se quejó, con un puchero. Harry y Ron soltaron un: “eww” ante el apodo usado hacía su mejor amiga.
Él hombre parecía querer vomitar, pero era obvio que se negaba a hacerlo.
Hermione rodó los ojos. —Honestamente, James Potter... —resopló.
¿Cómo es que él hombre no se cuidaba así mismo? Era incluso peor que Harry o Ron, ¡y eso era decir demasiado!
Hermione dio una mirada dura al hombre. Si James Potter no se cuidaba, entonces ella tendría que cuidarlo.
Esa fue la primera vez que ella lo cuidó directamente.
Hermione no notó la mirada en los ojos de sus dos mejores amigos. Ellos parecían conocer sus pensamientos y uno estaba más feliz que él otro, por distintas razones.
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10 veces en las que Hermione cuidó de James y 1 en la que no lo hizo.
Fanfic|Diez veces en las que Hermione cuidó de James y una en la que no lo hizo. Los resultados fueron sorprendentes.| •Segunda parte de «Diez veces en la que James vio a....», ¡esta vez desde la perspectiva de Hermione y lo que sucedió después de su últ...