La sexta vez que Hermione se preocupó por James fue cuando él tuvo pesadillas.
Ella, Harry y Ron habían comenzado a buscar los horrocruxes que Ginny y Luna no pudieron localizar. Por supuesto, nadie sabía que los estaban buscando, pero si se preocupaban cuando los veían salir y luego llegar heridos o sucios, comúnmente apestando a magia oscura también.
Hermione y James habían tenido muchas discusiones por eso, pero ella se negaba a contarle la verdad no importa cuanto el se lo rogara.
No podían saberlo, no mientras no destruyeran todos los horrocruxes.
Después de una noche en la que el trio de oro llegó a la casa, los tres llenos de heridas, suciedad y en un estado de alerta salvaje que parecía casi animal, las cosas se pusieron mal en casa.
James estaba preocupado tanto por su hijo, como por la mujer que amaba y no sabía que hacer ante el silencio de ambos. Ginny y Luna le habían dicho que era normal en ellos, Harry, Ron y Hermione siempre ocultaban cosas y no decían nada. Siempre los tres, nunca dejando entrar a nadie más. James lo odió.
Y las pesadillas comenzaron. Pesadillas sobre él perdiendo a Hermione, él perdiendo a Harry (él adulto y él bebé), pesadillas de ambos muriendo frente a sus ojos.
Fue horrible.
Las pesadillas no lo dejaron dormir y fue peor cada vez que Harry y Hermione se iban junto a ese otro chico Ron.
James tenía miedo de que, lo que sea que estuvieran haciendo, no les permitiera regresar.
Ni él, ni Lily podían dormir después de que veían a la versión adulta su hijo partir a quién sabe dónde.
James sabía que Lily estaba tan enojada como preocupada por eso, la pelirroja secretamente culpaba a los amigos de Harry, pero no quería admitirlo porque ella misma sabía que Harry salía por decisión propia.
Sirius, por otro lado... Él simplemente estaba furioso despotricando contra cualquiera que estuviera cerca. Ginny o Hermione (cuando estaba en casa), generalmente, era con quien discutía.
Remus no opinaba, solo observaba. Pero James lo veía hablando en voz baja con Hermione o Luna, sobre todo con Luna. Había algo que la chica sabía que Remus se negaba a compartir incluso con ellos, Sirius solía decir que se trataba de Hermione y su parentesco con él hombre. Él tipo seguía convencido de que eran padre e hija, nadie nunca lo aceptó o lo negó.
Una noche, James tuvo las más terribles pesadillas. Hermione había muerto atacada bajo el hechizo de un mago desconocido y Harry lo había seguido minutos después. James no pudo hacer nada, no pudo correr o actuar porque fue como si una pared invisible los separara de ellos.
Él despertó asustado, llorando desconsoladamente y corriendo en busca de su novia y su hijo.
Bebé Harry estaba bien, dormía con Lily. Remus junto a ellos y Padfoot a los pies de la cama, los tres pareciendo proteger al bebé. Remus y Lily lo miraron. James los ignoró y corrió buscando a su otro hijo. Al que venía del futuro.
Harry, él adulto, no estaba allí. Ni tampoco Hermione. Ni Ron.
Él corazón de James se apretó. El sueño que fue tan vívido regresó a su mente haciéndolo entrar en pánico mientras se movía por la casa.
Las lágrimas no dejaban de caer y el miedo lo llenaba de una manera tan profunda que James pensó que moriría. Nunca había sentido nada parecido.
Hasta que los encontró en la cocina, discutiendo en susurros bajos y enojados. Parecía como si acabasen de llegar. Estaba sucios y cansados. Fue fácil reconocerlo.
—¡Harry! —fue lo primero que dijo.
Su hijo. Él chico de ojos esmeralda, con el cabello rebelde como el suyo y anteojos redondos, lo miró sorprendido. Su niño, su bebé, estaba allí. Estaba a salvo.
—¿Papá? —Harry dejó escapar las palabras que rara vez pronunciaba cuando lo miraba. Comúnmente solo lo llamaba "James" o "él" porque se le hacía extraño llamar papá a un hombre que era de su mismo rango de edad.
James corrió hacía su hijo, atrapandolo en un abrazo asfixiante.
Harry se tensó, pero le devolvió el abrazo segundos después, tímidamente.
—No te vuelvas a ir. —James casi rogó. —Maldita sea, niño. Te amo. No me importa lo que estés haciendo, no te vayas de nuevo. No sin mí.
—Yo... ¿Qué? —Harry no supo que decir.
James solo abrazó a su hijo con fuerza.
—No me importa la edad que tengas o que seas del maldito futuro, eres mi hijo. —James dijo, pasando a mirarlo. Sus manos tomaron la cara de su hijo con cariño. —¿Qué crees que haré si te pierdo, eh? ¿Qué crees que hará tu madre?
James besó la frente de su hijo, un beso lleno de amor paternal que, contra todo pronostico, hizo a Harry llorar.
James notó que Ron estaba siendo abrazado por Ginny y Luna, él chico estaba... Asustado. Parecía más asustado que nunca y Hermione, sentada en una silla, miraba a todos en silencio.
Lily arrebató a Harry de su abrazo y James dejó que él chico llorara en los brazos de su madre.
Entonces James fue hacía Hermione y antes de que ella dijese algo, él la abrazó y la besó. Fue un beso feroz y desesperado, un beso lleno de necesidad.
—Tú... ¿estás bien? —él le preguntó.
Hermione le ofreció una pequeña sonrisa, asintiendo.
—Estoy bien, James. —ella lo tranquilizó. Y aunque James sabía que no era del todo verdad, le creyó. O fingió hacerlo.
Ambos se miraron a los ojos por largos segundos y Hermione miró con los ojos llorosos al hombre.
—Te amo. —ella le dijo.
James sonrió temblorosamente.
—¿Realmente estas bien?
—Si, James. —ella aseguró. —¿Vamos a la cama? Necesito... Quiero dormir, contigo.
James dio una mirada a Lily, quien asintió en su dirección para hacerle saber que se quedaría con Harry adulto.
Esa noche, Hermione se quedó calmando a James. Ella le aseguró que todo estaba bien y que no había realmente nada grave por lo que preocuparse.
Esa noche ella cuidó de él y él cuido de ella.
Fue un poco de paz para ambos en esos tiempos de guerra.
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10 veces en las que Hermione cuidó de James y 1 en la que no lo hizo.
Fanfic|Diez veces en las que Hermione cuidó de James y una en la que no lo hizo. Los resultados fueron sorprendentes.| •Segunda parte de «Diez veces en la que James vio a....», ¡esta vez desde la perspectiva de Hermione y lo que sucedió después de su últ...