¡¡¡Esto es terrible!!!
Fue el grito interno que di al darme cuenta que estaba dentro del cuarto de un personaje de novela que leía justo la noche anterior titulada "¿No es mucho mejor ser una mujer malvada?"
Llevo días de insomnio por estrés, así que decidí leer una novela coreana para relajarme, la verdad que me enganché mucho ya que era de uno de mis géneros favoritos, fantasía y transmigración, en este caso el alma de la persona tomando control del cuerpo de uno de los personajes.
Leí atenta y muy felizmente la novela en el tiempo que se supone debía haber dormido, pero simplemente era imposible. La terminé realmente rápido una historia de casi 200 capítulos en sólo una semana. Llegué al final y satisfecha por el resultado, cerré los ojos mientras sostenía mi celular contra el pecho. Creí que me había dormido, pero al abrir de nuevo mis ojos me encuentro con un dosel y toldo blanco, unas cobijas de un tono morado tirando a rojo, una enorme cama, nada comparada con la mía que es de apenas un metro setenta de largo y cincuenta y cinco centímetros de ancho. La habitación a simple vista es de al menos 10 veces la mía, en la que apenas cabía mi cama y un pequeño escaparate en donde por falta de espacio tocó poner una tira entre 2 muros para poder colgar ropa, que aparte, quedaba encima de la cama en la parte que van los pies para no tener que darme con los trapos en la cara cada día al despertar.
Este cuarto tiene grandes ventanas, el mío, por su parte no tenía ninguna, ni siquiera tenía rendija de ventilación. Las cortinas tienen un hermoso diseño de serpientes y rosas en hilo de oro. Viendo la exquisita alfombra bajo la cama y los adornos caros, mi cerebro entendió claramente dónde estaba metida, todo era idéntico a la descripción de la novela que había leído, quizá, antes de tener un ataque al corazón mientras dormía.
Siempre tuve una salud débil, un corazón bastante delicado, ataques de asma y una pésima vista... vamos que casi que era ciega. No voy a decir que tenía un mal cuerpo o una cara poco agraciada, porque estaría mintiendo, pero definitivamente no se parecía nada a la hermosa Deborah que era descrita en la novela.
Me levanté y miré mi cuerpo, definitivamente hermoso con las proporciones de un reloj de arena, mi cuerpo anterior era más el de una pera, mi cadera era mucho más grande que mis hombros, aunque mi cintura era pequeña. De pecho, Deborah es una talla más que yo en el pecho y nuestra cadera ... la mía era más grande... pero no me quejo, es una proporción perfecta entre pecho y cadera junto a una pequeña cintura. Por otra parte, la cara de Deborah era la de una modelo, la mía era más normal, y aniñada, me veía tierna y por eso era presa de gente que en la calle que me pedía dinero y comida contantemente... Se podía decir que me parecía a Yoon Do-Hee en cuanto a ser abordada por gente en la calle pidiendo ayuda, pero mi personalidad no era tan amable, yo si lo negaba con una expresión de "lastima" y "preocupación" porque "no podía ayudar en ése momento" y así me libraba de ellos, y en lugar de que me dejaran el trabajo del grupo para hacerlo sola, yo era la que se hacía la tierna y les pedía ayuda, claramente usando mi mala salud como escudo y yo si conseguía lo que quería aunque siempre tenía la sensación de querer hacer todo a la perfección para no ser una carga en ningún momento, en especial para mis seres queridos, el resto de la humanidad me daba bastante igual; sin embargo con esta cara, como lo dijo Do-Hee, no hay quien se atreva a acercarse a pedir favores y eso es conveniente... y molesto al mismo tiempo porque ahora no tiene ningún aliado.
Mientras me miraba al espejo y pensaba en los pro y contras de ser Deborah por no tener ninguno de los talentos de Yoon Do-Hee tan necesarios para el desarrollo de la trama como debe ser y evitar que el tercer príncipe sea coronado y que llegue sin reconocimiento luego de estar en la guerra gracias a Rosad, el hermano mayor de Deborah; en ese momento entra una empleada con una bandeja en manos. Me volteo a mirarla, era justo la escena del momento en que Do-Hee estaba golpeando sus mejillas, por suerte no hice nada de eso.
- Princesa, por favor coma algo. -Lo dice con miedo y preocupación- Lleva días sin probar bocado...
- Deje la comida y váyase. -Respondí seca, aún tenía mucho que pensar y analizar, quería y necesitaba estar sola-
- Si, princesa - La mujer dejo la sopa de avena y salió del cuarto-
En el momento en que se fue y cerró la puerta me acerqué a la comida, me senté y comencé a comer mientras analizaba la información en mi cabeza; tenía las dos versiones, la versión de "Traga la espina negra" a través de "¿No es mucho mejor ser una mujer malvada?" así que a diferencia de Yoon Do-Hee yo cuento con más información.
Mientras intento organizar el desordenado rompecabezas en mi cabeza como la sopa de avena, que estaba deliciosa. Yo no soy de mucho comer y pocas veces siento hambre, pero si me gusta mucho el café y por lo que sé, por un tiempo me veré obligada a tomar té... que siendo honesta no disfruto mucho.
Busco en todos lados, pero no encuentro nada con que escribir, así que me veo obligada a llamar a un sirviente para que me lleve bastante papel, un cuaderno en blanco, pluma y tinta.
Primero que nada, debe pensar en cómo utilizar todo lo que sé de la novela a mi favor, empezando por las cartas y el amor del Duque por su difunta esposa. Aún falta tiempo para ir a la academia y apenas está empezando el invierno, no será hasta la primavera que todo lo "malo" comience, pero tampoco tengo mucho tiempo.
Poco después llega el sirviente con todo lo que he pedido. Luego de recibir las cosas cierro la puerta y hasta pongo algo para trabar la puerta y evitar que nadie entre, aunque sería inútil si el Duque usa su magia.
Bien, ¡pongamos todo en orden! Lo primero que debo hacer es encontrar las cartas y el diario que están en el jardín de rosas cerca del invernadero. No puedo usar el mismo truco de Yoon Do-Hee, no tendría su control y si él dice palabras o hace cosas diferentes yo no sabría cómo actuar, así que me toca prepararme para lo inesperado y usar otros trucos... sé escribir y actuar, y Deborah, por lo que sé es buena dibujando, también tiene un gran gusto y sabe de joyas. Puedo usar todo eso a mí favor, además, sé bisutería, mi madre me lo enseñó antes de morir, así que tengo todas habilidades menores... pero... puedo usarlo a mi favor ... ¿No? . También tengo la apariencia de la esposa del Duque que fue considerada la "flor de la sociedad", pero Deborah es todo lo contrario en cuanto a personalidad.
Mi cerebro no para de crear ideas. Las horas pasan y yo no paro de escribir, mi plan ha comenzado. Lo primero, escribir un falso diario, empezando por hoy con el "recuerdo" de "mi madre". Escribir un sueño falso pero que podría conmover al Duque si lo llega a leer ... dibujar mi rostro, pero con una sonrisa suave y mirada cálida para convencer que "vi" a mi "madre" en el sueño.
Luego de varias horas se oye la puerta de nuevo, es una sirvienta con comida, la verdad es que cuando estoy trabajando no me da hambre, pero este cuerpo no ha comido en días y apenas y comí un cuenco de sopa de avena, así que antes de mover lo que había puesto para trancar la puerta guardo todo, pero haciendo un pequeño escandalo justo para poder llamar la atención sobre lo que hago dentro y que el Duque quiera saber que hago al ser notificado. Una vez guardo todo y creo suficiente interés, quito el mueble y los dejo pasar con la comida.
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¿Soy Deborah de "¿No es mucho mejor ser una mujer malvada?"
FanfictionNo soy Deborah Seymour, ni tampoco Yoon Do-Hee... y menos la reencarnación de la diosa Nyla. No soy nada de esto, yo sólo soy una estudiante de actuación y literatura, con el sueño de ser una gran escritora... con matemáticas bastante básicas y qu...