Capítulo 9

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La decisión de irse se dio por la presencia muy prematura de Isidor. Pero ahora ella está más tranquila. Se encuentra en la cabaña sola, come algo simple que Isidor le hizo antes de marcharse. 

En la tarde llega una mujer de la familia Visconti, le ha traído ropa para esa semana y se encarga de la limpieza y comida. La princesa Deborah ni se inmuta por la presencia de esa mujer, la deja hacer lo que tiene que hacer sin siquiera exigir nada ya que ella ha decidido alejarse de los Seymour. La mujer no lo entendía al principio, ya que la imagen de la princesa era de alguien que simplemente trataba mal a todos, pero a ella ni siquiera le ha determinado. Ha tomado lo que le ha cocinado sin poner ningún problema y lo único que le pidió fue papel y pluma. 

Las horas pasan y Deborah está concentrada dibujando en las hojas de papel, está simplemente absorta totalmente. Ha dibujado una escena de ella siendo pequeña en los brazos de su madre rodeada de rosas. La mujer estaba muy interesada en lo que ella estaba haciendo así que se escabulló detrás de Deborah para mirar y quedó totalmente impresionada del nivel que ella tiene para dibujar. 

- ¡Princesa Deborah, eso es hermoso! -Emocionado- Espere, traeré pintura y lienzos para que usted pueda disfrutar su estadía aquí en total comodidad 

Deborah se tensó, pero se paralizó, así que no reaccionó mientras la mujer elogiaba su dibujo. 

Al quedarse sola se sintió mejor porque pudo terminar tranquila ese dibujo que quería dar como "pago" al duque por todos los años que la mantuvo. Pero entre más miraba el dibujo menos le parecía apto, ya que ella no era del agrado del duque realmente, tomó el dibujo en sus manos y lo hizo una bola, luego lo lanzó por la ventana sin sospechar que Isidor estaba cerca y con su magia había hecho llegar esa pelota de papel. 

El joven queda impresionado por el gran talento que tiene la princesa Deborah para el dibujo. Los retratos son muy difíciles de hacer hasta para pintores expertos, pero ella desecha sus dibujos... con ese talento habría callado muchas bocas que la tachan de inútil ¿Por qué no lo usó? ¿Acaso ella no siente que eso sea un talento que valga la pena exponer? pero ¿Por qué llegaría a esa conclusión? hay muchas dudas en la cabeza del joven Visconti, en especial porque pareciera que nadie sabe o a nadie le importa que a la princesa Deborah sepa dibujar de tal manera.

Va con la sirvienta y al verla comprar artículos para dibujar le pregunta si es un pedido de la Princesa y esta niega, ella los compra porque pensó que al ella tener ese gran talento se sentiría más cómoda pintando y dibujando en el tiempo que esté allí. 

Miguel mira sin entender a su amo, por las palabras que la princesa le dijo él sabe que hay más cosas que desconocen de la princesa de las que ellos puedan imaginar, ya que en todos estos años jamás ninguno de los informantes habló de alguna capacidad o talento que ella tuviera. Siempre la describían como una completa inútil sin remedio que no hacía más que dañar el apellido Seymour. 

Interesado en ver si había otras habilidades aún desconocidas dentro de la princesa, Isidor pidió llevar para hacer otras manualidades, tejer, bordar, e incluso bisutería. ¿Sería posible que al ser artes menos destacados que la magia todos en la casa Seymour ignoraron y menospreciaron esas habilidades? Era una gran posibilidad. 


Los días pasan y por ahora las deducciones de la princesa se han cumplido.  Los Montes retiraron abiertamente la propuesta de matrimonio justificando eso con que seguramente la princesa huyó con un hombre de bajo estatus y la sociedad ardió en rumores, risas y burlas dirigidas a la única hija del conde Seymour. A nadie le importaba hablar mal de ella, no había consecuencia alguna de reírse de ella aun siendo aristócratas de muy bajo rango. 

¿Soy Deborah de "¿No es mucho mejor ser una mujer malvada?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora