Capítulo 7

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Me dirijo al anexo de Enrique, pero me encuentro con Isidor en el camino. Sin tratar de hablar con él simplemente sigo caminando como si él no me interesara en absoluto. 

- Princesa ... quisiera hablar con usted por un momento. 

- ¿Usted? ¿Acaso no vino a hablar con el duque? - Esto... es cada vez más extraño- 

- Si... pero ahora él no me puede atender, y yo quisiera hablar con la princesa 

- ¿Por qué? Es la primera vez que lo veo o escucho hablar de usted. Realmente no sé quién es. 

- Bueno - Impactado- Soy de una de las familias fundadoras. 

- Eso lo escuche hace unas horas de mi pa- .... del duque. - Esto lo tengo que aprovechar- Lo siento, tengo cosas que hacer. 

Me alejo y voy al anexo y exijo ver a Enrique. Las sirvientas están realmente nerviosas y asustadas, incluso unas corren para avisar al duque que yo estoy "molestando e intimidando" al menor de sus hijos. 

Espero en la sala de espera a que llegue el pequeño. Claramente al llegar se ve bastante alerta y desconfiado, pero llegó allí.

- Salgan, necesito hablar con Enrique. - Los sirvientes salen y el pequeño está más tenso de lo normal- Enrique... viene a darte algo. Sabes que te odio, o al menos antes... -Suspiro- quiero que tengas esto... lo tengo desde hace un tiempo - Saco el cuaderno que guardé bajo el chal- Esto es más tuyo que mío, es el diario de la duquesa... quiero que tú lo tengas... además, debes guardarlo y esconderlo como yo lo he hecho... si no el duque te lo va a quitar. Lamento haberte dicho tantas veces que mamá murió por tu culpa ...  cuando sé que no es así. Cuando lo leas lo vas a entender. - Lo miro con ternura y le sonrío- Lo siento mucho, espero que esto te de la fuerza que necesitas. Adiós. 

Dejo el libro en la mesa y salgo del lugar, mientras voy saliendo, el duque va llegando, claramente los gritos no se hicieron esperar, yo no mostré ninguna expresión, sólo escuché todo hasta que el duque terminó.

- Ahora puede ir y comprobar si eso que dijo es real o sólo su imaginación. Me retiro, duque. 

Hago una reverencia, como se hace a las personas de un rango superior y me retiro. la cara del duque no tiene precio, fue maravilloso. Confusión, arrepentimiento, tristeza, todo junto. Mientras camino veo a Isidor a un costado, se dio cuenta de todo, incluso de las expresiones confusas del duque. Suspiro y me dirijo a mi cuarto. Justo ahora hay una gran distracción por Isidor, así que aprovecharé eso.

Tomé las joyas y en una bolsa no muy grande las guardé, me puse una capa y esperé al anochecer. eran las siete de la noche y yo me estaba escabullendo fuera de la mansión. No sé ni porqué estoy haciendo esto, pero por ahora es lo mejor, todo se está saliendo de control, nada se parece a ninguna de las dos versiones anteriores y ahora tengo miedo. Todo el día lo he pasado pensando, Isidor no apareció si no cuando ella llega a la academia, y en la primera ni siquiera aparece, es demasiado raro y peligroso seguir allí, todo cambió demasiado rápido pero realmente en mi día a día no es que haya cambiado mucho a lo que se describe en la segunda versión: comida rica, un lugar donde estar y ya. 

Logro llegar sin ser vista por nadie hasta el portón y por suerte no hay guardias a la vista, salgo como puedo y corro sin rumbo, yo nunca he salido de la mansión. Está nevando, pero ¿Qué importa? Es más seguro aquí, en medio de la nada, que dentro de esa mansión. 

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Mientras Deborah corre por el sendero que se aleja tanto de la mansión como de la ciudad, los sirvientes están preparando todo para la cena. 

¿Soy Deborah de "¿No es mucho mejor ser una mujer malvada?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora