Adriel soñaba con la chica nuevamente, pero esta vez era un tipo de recuerdo.-Adriel, tu me quieres?
-Claro que si hermosa-Adriel empujaba el columpio mientras que ella se sostenía de las cuerdas.
-¿De verdad?
-Siempre te voy a querer, tu me quieres?
-Siempre, es una promesa-dijo ella.
-Si-él le dio la mano.
-No, mejor así-sus labios rozaron con los de Adriel, pero ella se apartó rápidamente muy sonrojada, pero Adriel le sonrió y le dio un beso en la mejilla.
Adriel se despertó sobresaltado, estos no eran solo "sueños" eran recuerdos y sin darse cuenta en estos días, había logrado de reunir muchos recuerdos que había olvidado sobre esa chica, ahora sólo faltaba saber su nombre.
Ariana sostenía una carta que tenía en sus manos y las fotografías en la otra, se iba a ir, no vería de nuevo esos ojos que la enamoraron una vez cuando eran pequeños, no vería su sonrisa de nuevo, se iba a mudar muy lejos de América y habían muchas probabilidades de que no lo volvería a ver, pero si eso era lo que quería el destino que pasara no podía hacer nada, tal vez esta era la oportunidad, la oportunidad para olvidarlo, para dejar de pensar en él mientras que sabía que su amor no era correspondido por Adriel, después de todo nunca le iba a hablar, no la recordaba, él no sabía quien era ella, para él ella no significaba, nada, y ella no había luchado para recuperar a su mejor amigo desde un principio, de lo cual se arrepentía en ese momento.
-Ariana, ya nos vamos, apúrate.
-Si mamá, solo déjame ver la playa un momento, si?
-Está bien, pero no te demores mucho que tenemos que llegar al aeropuerto.
Ariana salió rápidamente de su casa con las fotografías y la carta, metió rápidamente las fotografías en el sobre donde estaba también la carta y lo cerró, escribió el nombre de Adriel encima del sobre con las manos temblorosas, sollozaba en silencio, se le hacía difícil tener que despedirse de alguien que había amado toda su vida, que le había dado todo sin que él se diera cuenta siquiera, dejo la carta debajo de la puerta de la casa de Adriel y se fue corriendo con lágrimas en los ojos que amenazaban con salir, llegó al carro donde la esperaban sus padres, el carro fue avanzando dejando atrás a su primer amor.
Adriel estaba por irse a dormir hasta que escucho a su madre que lo llamaba desde la cocina
-¿Qué pasa?
-Hijo, te llegó una carta, cuando entré a la casa vi la carta debajo de la puerta.
-Oh, que raro, no importa, dámela.
Su mamá se la entregó, él la tomó y se fue a su cuarto rápidamente, encima de la carta decía su nombre en una letra apenas entendible y al parecer le había caído agua porque se veía un poco borroso, la abrió y saco la carta lentamente, preguntándose quien pudo haber dejado aquella carta.
Querido Adriel:
No creo que sepas exactamente quien soy, pero eh tratado de decírtelo hace muchos años, tal vez no recuerdes a esa niña de dos trenzas con la que jugabas cuando tenías 7 años, pero te digo que éramos inseparables, de verdad, era tan lindo estar contigo, eras mi único amigo, después de años de esperarte con el tiempo me di cuenta que no solo te espera porque fueras mi amigo, ahora eran sentimientos más fuertes que una simple amistad, te quería, estaba enamorada de ti, todos los años esperaba verte llegar y que me dijeras que vayamos a jugar, esperé eso muchos años, y ese día llego, saliste de esa puerta, cuando te vi en emocioné muchísimo, pensé que tú al verme, vendías corriendo y me llevarías a la playa o a jugar, pero eso no fue exactamente lo que pasó, me miraste, pero ni siquiera me sonreíste, apartaste la vista rápidamente y seguiste viendo el mar, en ese momento mi corazón se hizo pedazos, yo te esperaba todos los años y tú me olvidaste, pero yo jamás dejé de amarte, no dejé de mirarte nunca, siempre que tocabas la guitarra yo escuchaba desde mi techo, escuchaba cada canción que tocabas, pero me arrepiento de haberme largado a llorar en el momento que no me reconociste, tal vez debí haber comenzado una conversación contigo y todo hubiera sido diferente, pero no puedo retroceder el tiempo, ahora tal vez esté en un avión con destino a Londres pero antes de irme tenía que decirte lo que siento por ti, y quien soy, vivía al costado de tu casa, y me llamo Ariana, éste es un adiós, y para siempre.Te amará siempre, Ariana.
Adriel terminó de leer la carta, y volvió a mirar el sobre donde había estado la carta y se dio cuenta que había algo más ahí, sacó lo que había, eran fotografías, pero no solo eran fotografías, eran fotografías de él y de ella, de Ariana, en ese momento pensó y recordó que el sobre tenía su nombre y su nombre se veía borroso, porque al parecer le había caído agua, pero ahora después de leer la carta se dio cuenta que no era agua, era que ella de algún modo había estado llorando.
Mientras que leía la carta recordó, recordó a Ariana, recordó cuando le enseñó a subir a los techos de las casas y recordó cómo saltaba de un lado a otro y como cuando se despidió de ella, Ariana le dio un beso en la mejilla y sintió algo que nunca había sentido con ningún otro beso que le habían dado, él también la amaba, ahora no podría decírselo, nunca más la volvería a ver, solo tenía dos cosas de ella para recordarla siempre, nunca más la olvidaría, siempre tendría las fotografías y la carta, lo único que le quedaba ahora de ella.Fin.. ¿o será sólo el comienzo de una nueva historia?
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el chico de la guitarra
RomanceElla creció, él maduró. Ella cumplió su promesa, él la olvidó. Ella quiere otra vez a su mejor amigo, él se quería divertir. Ella se enamoró de él, él comenzó a recordar. Ella sufría, él escribía canciones. Ella escuchaba, él tocaba la guitarra. Ell...