Pisando los errores

6

De poquito a poquito

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Bien. Estamos en la misma universidad, pero hasta ahora por cosas de la existencia no nos habíamos visto cara a cara luego de… mmm, un pequeño desliz de mi parte.

¿Pequeño? Pasó lo mismo como 3 veces.

Estudiamos juntas y… algunas de las relaciones que tuvo las terminó porque había un tercero con nombre y apellido.

Pista: parece enana de jardín.

Volvió a suceder comenzando el primer semestre. Pero juro que nunca lo he iniciado yo. Siempre eran ellos y cada que lo notaba no hacía nada por el hecho que sabía que estaban con ella, sin embargo, al final se separaban —razón principal: Tatiana, alias Moñitos— y ahí si entraba yo.

Hermanita del sapo chismoso, conocido como Jeremy.

Chica que parece tener algo con EstabaEbrioNoSeQuePaso.

La famosa Lisbeth.

—Bien, ¿Qué has hecho? —pregunto, incómoda.

—No mucho —responde seria y se vuelve a Damon—. ¿Cuándo nos reunimos?

—¿Para tomarnos el cafecito que nos debemos mutuamente? Puede que mañana.

Ella gira los ojos entonces nos mira a ambos.

—¿Y qué hacen aquí, solos, los dos?

Mmm, ese tono no me gusta.

—Estábamos hablando de cosas de nosotros —contesto.

—¿Nosotros? —repite subiendo las cejas.

—Sí, nosotros, tenemos que hacer un trabajo los dos —aclaro.

—Ah, nada que ver entonces. Llevan poco conociéndose.

—No, fíjate que no.

—Qué extraño, Damon no te ha mencionado.

Bueno, comprendo la situación de sus ex novios, sigue siendo la misma ranita tóxica. Con razón es melliza de Jeremy.

—No creo que sea necesario —sonrío y ella también.

—Mis padres van a hacer una cena el sábado y tu madre va a ir ¿Tú quieres? —le pregunta a Damon.

—Disculpa por entrometerme, pero… hay un problema, tenemos que hacer otra cosa juntos, significa: este fin de semana va a estar ocupado, ¿Cierto, Damon?

—¿Todo el fin de semana?

—Sí, vamos a trabajar duro estos dos días.

Rico. Trabajar duro.

—¿Y qué es lo que tiene que hacer para que estén dos días juntos… trabajando duro?

—Unir nuestras partes —contesto con la intención del doble sentido y ella pone cara de desagrado.

—Habla un collage —Damon se aclara la garganta y noto que se ríe por lo bajo por la reacción de Lisbeth—. Hay que…

—No me tienes que explicar. Tranquilo.

—Voy a hacer unas cosas con papá. Si estaré ocupado —sonrío triunfal—, pero otro día —y borro el gesto de inmediato.

De pronto me dan ganas de no entregar otro trabajo de arte.

—Bien ¿No les molesta que me quede aquí?

—No, tranquila —le dice Damon.

—Okey, yo debo hacer unas cosas, perdonen —murmuro levantándome de la mesa, con una extraña sensación…