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JaeMin POV':

Como bailarín siempre tengo que estar sonriente, o al menos tengo que demostrar todo lo que quiero transmitir con mi baile. Eso me cansa muchas veces, solamente lo sabe Chenle y me ayuda mucho cuando sucede, pero no siempre va a estar para mí y lo sé.

Estoy echado en mi cama, estoy estudiando una carrera, pero mi vida sólo consciente en el ballet ¿Seré alguien sin el ballet? ¿Seré alguien cuando la edad me gane y no pueda moverme más?

No todo es para siempre, no sé quién soy sin que me nombren "el bailarín de ballet más famoso del momento" ¿Quién es JaeMin? ¿Quién es el verdadero JaeMin, el que baila? No soy nadie.

Siento un gran vacío en mi interior cada vez que recuerdo eso, la fama, la belleza es solo por un momento ¿Qué pasará después? ¿Qué sucederá cuando la muñeca de trapo ya no pueda más?

—¡JaeMin a entrenar!

Es el grito de mi mamá, mi habitación estaba en oscuras, solamente me levanto y caminó hacia la puerta para luego salir.

Tengo mi bolso en hombros, me subo al auto sin decir ninguna palabra, ella comienza a conducir hacia donde nos espera Chittaphon.

Las rutinas son aburridas, me lastimo los pies todo los días para que salga bien, Chittaphon lo sabe, sabe que mi baile está vacío, pero no dice nada.

El camino es de 40 minutos todos los días, ella me lleva y trae, el entrenamiento dura tres horas o incluso más cuando mi mente dice que tengo que hacerlo mejor.

Una vez frente a la academia, ella se queda en el auto mientras yo me bajo, camino cabeza gacha hasta el ascensor luego de registrar mi asistencia. Una vez en el piso correspondiente, me dirijo al salón donde siempre practico con Ten.

Toco la puerta, su voz diciendo que pase se escucha luego, hago una reverencia cuando lo veo y dejo mis cosas a un lado para comenzar.

—Hoy tengo que irme antes de la hora ¿no te molesta que lo haga?

Negué levemente, él me sonrió y comenzamos con la clase, la rutina que tengo que hacer es una de las mejores que hay, Chittaphon está seguro que con ella ganaré, de hecho es la misma que mi mamá iba a realizar antes de que dejara todo por mí.

Cuando nos detenemos por un leve momento, él se acerca a mí y toma los lados de mi boca para estirarlas en una sonrisa.

—Sonríe ¿si? Tu sonrisa es bonita.

—Gracias.

Acarició mi cabeza para luego ponerse en su lugar, otra vez comenzamos a bailar, Chittaphon me guiaba y cuando no podía un paso, me ayudaba para que pudiera.

Luego de una hora él se fue, me quedé en el piso cuando estuve totalmente solo, me estiré un poco y luego fui hacia el equipo para poner la música.

Miraba en el espejo cada paso que daba, también la cámara me grababa para que pudiera ver como lo estaba haciendo. Me quedé parado de repente, fue como si todo se me hubiera olvidado, pero lo tenía en mente, suspiré y apagué la cámara para sentarme en el suelo.

Mi celular vibro, miré de reojo como era el mensaje de mi madre diciendo que no podría recogerme y mi papá estaba ocupado así que tendría que irme solo.

Me cambié con algo cómodo, apagué todo y salí del estudio, me despedí de recepción para luego salir del lugar. Camine por las calles, eran las siete de la noche, los faros alumbraban un poco y el cielo estaba bonito.

Me coloqué mis audífonos, estaba por llamar a Chenle, pero hoy tenía entrenamiento turno noche así que no podría. Seguí mi camino hacia donde estaba la estación de buses, pero antes decidí sentarme en el parque.

Todo estaba solitario, solo habían unos niños jugando a lo lejos mientras que sus padres miraban o algunos jugaban con ellos. Mi vida consistió mayormente en bailar, nunca me sacaban al parque, tampoco salía a jugar, solamente era el baile.

Amaba bailar, pero poco a poco el baile comenzó a ser mi peor enemigo.

Observe a un chico cerca de ahí, estaba con su capucha puesta y tenía a su lado un parlante. Sentí curiosidad así que me saqué los audífonos para acercarme un poco.

Él reprodujo una melodía, comenzó a caminar un poco hasta que comenzó a bailar, sus pasos eran tan precisos y ordenados, sus vueltas en el suelo, la manera de como utilizaba todo su cuerpo era maravillosa.

Me quedé hipnotizado con su baile, no sé cuánto tiempo duró, pero no importa porque me quedaría viéndolo todo el tiempo si fuera necesario.

Una vez que terminó, le aplaudí, él me miró así que me avergoncé un poco.

—Hey chico.

—Bailas bien, me gustó como bailaste.

—Gracias, nunca nadie me lo había dicho.

—En serio fuiste asombroso, me gustaría bailar como tú, pero dudo que pueda.

—¿Por qué o qué?

Él se me acercó un poco mientras acomodaba su ropa, yo hice una pequeña mueca.

—Soy bailarín de ballet, mi mejor amigo intentó enseñarme salsa, pero no pude, dudo que pueda bailar como tú.

—¿Ballet? ¿Eso del lago de los cisnes? —asentí— Wow, debe ser bonito.

—Un poco...—me encogí de hombros.

El sonrió levemente, pero lo suficiente para hacer desaparecer sus ojos. Su sonrisa era bonita.

—Un gusto, soy JeNo, Lee JeNo.

—Hola JeNo, soy JaeMin, Na JaeMin.

Nunca entendí la frase "sientes mariposas cada vez que te habla" hasta que lo conocí, él era mi mariposa y yo era la de él.

under the skin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora