FAMILY PENNYWORTH - KENT

Prueba de Embarazo

♡Alfred ¿estas bien? ♡

Siempre fue un hombre que tenía un perfecto control de sus instintos bajos, tenía que ser así, era un omega y como tal debía controlarse para evitar el abuso de los alfas, abuso disfrazado de consentimiento pues se realiza el acto bajo la influencia de las hormonas. Solía decirles a sus hijos que se cuidarán pues era inaceptable cualquier descuido ya que al final quien se hace cargo del cachorro es el omega, así que deben tener cuidado al momento de relacionarse.

-Alfred, ¿estas bien? - la voz del multimillorio Bruce Wayne sonó atravez de la puerta del baño.

-Si... solo deme unos momentos amo Bruce- respondió con una voz temblorosa producto del vomito que le había atacado los últimos días.

- ¿seguro?, no te escuchas nada bien, debería llamar a Leslie

-Le he dicho que estoy bien- la irritación en su voz se hizo notar, pero como estaría irritado si la prueba de embarazo en sus manos tenía un enorme positivo en ella - Solo me ha hecho mal lo que comí, eso es todo Amo Bruce, no se preocupe

Si, le hizo mal la leche de Granja que ingirió en casa de la señora Kent, sabía que no debió fiarse de "No te preocupes Alfred, cuando mi marido vivía nos dijeron que yo era estéril", estéril, si claro es la mentira más vieja del libro y se el trago entero. Al salir del baño llevo consigo la prueba de embarazo, no podía dejarla en cualquier sitio o se vería en el riesgo de ser descubierto, pero necesitaba hablar con alguien después de todo es un hombre muy mayor ya para cargar un embarazo, ¿qué pasa si eso afecta al bebé?, ¿qué pasa si eso afecta a su salud?, seguramente lo hará, pero lo que más le preocupaba eran sus muchachos, cada uno de ellos llegó a su vida por perder a su familia y ahora con el bebé temía que se sintieran desplazados por un niño que si llevo en su vientre.

-No olvide su tarea de biología amo Damián, y joven Timothy recuerde que después de clases tiene entrenamiento en el monte justicia- pero no podía detener su vida por una noticia como esta, sus hijos aún tenían actividades fuera de casa

-Claro Alfred- respondieron ambos niños a coro

-Joven Richard le recuerdo que el hecho de estar expulsado temporalmente de la escuela no es premio, se pondrá a limpiar las hojas secas del jardín - Con esto dicho salió de la mansión con los tres menores de Wayne, pues debía llevar a cada uno a las clases que tenían programadas.

Los últimos meses había hecho un pequeño espacio en su tan ajetreada mañana para visitar a la señora Kent, entregaba a los niños a la escuela a las 7:00 am, después de eso se encargaba de regresar y hacer las tareas básicas del hogar, limpiar el desastre del desayuno, preparar la comida, hacer algo de aseo, tomar una ducha y a las 11:00 am estaba listo para visitar a su amiga, pero este día sería distinto, este día iría directamente a verla después de dejar a los niños. Aún no estaba seguro de que decirle, ¿cómo iniciar la conversación?, no lo sabía, ni siquiera cuando trabajo para la reina tuvo este tipo de nerviosismo o temor, pero aquí está conduciendo aun cuando su mente está hecha un caos.

-Nos vemos Alfred

-cuídense mucho mis muchachos

Sabía que Martha estaría feliz con esto, pero joder él no lo estaba, no podría estarlo, no se sentía preparado para esto, aunque ya era padre el tener un niño en el vientre es muy diferente, a su edad un bebé es agotador más de lo que habría sido a una edad temprana, ya no tenía la energía de antes, y tampoco la inteligencia, antes no se metió en este lío, siempre se cuidó, quizá era cierto y la vejez le estaba afectando.Condujo en círculos un tiempo tratando de aclarar su mente, pero era tan difícil que ni siquiera podía concentrarse, y cuando decidió que no podía aplazando por más tiempo se diría a smallville en busca de la progenitora de su cachorro.

-Alfred que bueno verte cariño, llegas temprano- la mujer cubierta de tierra y con un traje de jardinería, saludo entusiasta desde su posición de cuclillas en la tierra pues se encontraba arreglando algunas flores

-Martha, Tenemos que hablar- la seriedad que emanaba de él pudo hacerla sentir nerviosa, pero ninguno dijo más solo caminaron al interior de la casa, Alfred analizo la situación, no quería mudarse aquí sus hijos lo necesitaban así que Martha tendría que ir con él.

-Bien, ¿de qué quieres hablar?

Pudo haber respondido, pero no confío en su voz para hacerlo, sabía que si hablaba esta se rompería y terminaría llorando, liberando el estrés que a contenido, así que solo busco en el bolsillo de su saco y le entrego aquella prueba de embarazo, el silencio se alargó más de lo que le habría gustado, pero entendía, él tardo mucho en comprender lo que esto significaba.

-E...Estas... tienes una bebé aquí- no era una pregunta ambos lo sabían - ¡OH POR DIOS!, Alfred...Dime que no es una especie de broma o algo así, ¡¡DIOS MIO TENDREMOS UN BEBÉ!!!

-No, Martha ya no soy tan joven no se si esto funcione o si ... llegue a término- debía hacer que contemplará la realidad, era poco probable que funcionara.

-Oye, está bien, está aquí- dijo sosteniendo su rostro con una de sus manos mientras la otra viajaba al inexistente vientre del británico- y si mañana sigue aquí será ganancia, cada día que pase y logremos mantenerlo aquí será perfecto, estará bien Alfred, estaremos bien- concluyo dejando un suave beso en sus labios, lento, pero a la vez reconfortante, era como si solo hubiese necesitado eso pues el mayordomo se rompió y libero algunas lágrimas en su alivio.

- ¿Los chicos lo saben?

-En realidad no, aun no toco el tema con ellos- ahora más tranquilo podía disfrutar de una taza de té con un poco de pay de manzana

-Debes decirles, yo estoy segura de que mis muchachos ya escucharon

-No lo creo, según escuche el Joven Clark deja de escuchar cuando llego a la casa

-Bueno, no podemos culparlo debe ser incómodo escuchar a tu madre gritar cuanta majadería conoce debido a su actuar obsceno -Agregó con un ligero sonrojo, pues eso solo significaba que Clark ya la había escuchado tener coito con el inglés.

-Si, eso es cierto, no es apropiado

-Debería pagarle la terapia

-No, le sirve de lección para no escuchar tus conversaciones privadas

-Esas no eran conversaciones

-Bueno él no sabía eso- Y eso le encantaba aun cuando sentía que las preocupaciones lo ahogaban, se permitía reír junto a ella, era una persona que lo hacía feliz... era su persona, y si este bebé lograba nacer para crecer como ella, no existiría nadie más orgulloso y feliz que él.

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también quiero comentarles que en esta historia puedes elegir el camino que va tomando la trama, para participar debes comentar tu opción en la página de facebook.

Los quiere Lunita ♡