En un mundo sin sentido donde el ahora es mi futuro y el mañana mi pasado.
Caminando sin un rumbo fijo, pasando entre personas que me hablan pero no dicen nada y oídos que intentan escucharme sin siquiera lograrlo.Con un cuerpo malogrado por el sol, la lluvia y el agua salada del mar, llegué por fin a aquel lugar.
La brisa suave levanto mi cara. En aquella brillante luz y un tenue olor a juventud te dibujaste en mis sentidos.
Tu cabello jugueteaba con mi vida, cómo si en ellos mi destino se revelara. Anonadado y sin poder decir ni una sola palabra, solo observé cómo se mira el ocaso... aquella lenta muerte del sol en el horizonte, ahí desapareciendo para siempre entre las olas de tu mar. Cómo se mira al arte, sin reclamar ni pensar, observado tu ser. ¿Así es como se ama sin saber, sin nunca haber sentido, sin razón alguna y sin amor?
Pálido y sin aliento me encontraron tus palabras en aquella multitud, donde el que viene y el que va se encuentran, en ese preciso instante cuando el tiempo se detiene, por simple y llano azar, nuestras miradas se encontraron. Yo mirando a un ángel, tú a un pobre mortal que moriría bajo tus pies si así lo pidieses.
Azar, azar, azar, ojalá te volvieses realidad. Sal de mi maldita cabeza
¡¡maldición!!. Lárgate para siempre, si no tomas mi mano, si prefieres, ignorame como siempre los has hecho. Cuando mi vida te era extraña y ni en los más estúpidos de mis pensamientos andabas.
Allá, quedate dónde nunca te divisé, dónde nunca te hablé, en dónde nunca escribiré sobre ti, en los recuerdos de un futuro sin memorias.