• 🍓𖦹ָׁ besitos y galletas sabor a fresa 𔘓◞ th+jk

capítulo cuatro

—¿cómo qué se quiere casar contigo? —habló el mejor amigo de koo, jimin.

—si, eso me dio a entender, es que el me hizo una insinuación, de esas para adultos —se sonrojó.

—¿qué te dijo? —preguntó emocionado el omega mayor.

—es que se me salio por incoherente decirle que me llamara como él quisiera y me respondió que me llamaria como él quiera

—oh

luego de despedir al alfa kim de su casa, él omega había salido a la plaza del pueblo para encontrarse con su mejor amigo, jimin, habían organizado una salida de omegas desde el día martes ya que no se veían por cosas como que el omega mayor tenía que trabajar y jungkook ayudar en el negocio familiar.

—y para hacer esas cosas se necesita ser pareja, o sea que te cortejen y después pedir permiso a los alfas de tu manada y luego casarse —jimin rió por lo dicho del menor.

—ay, kook, eres muy ingenuo —el mencionado frunció el ceño sin entender. —eso no significa que quiera casarse contigo, el alfa solamente te estaba siguiendo el juego, como si intentara hacerte reír, tipo algo amistoso ya que no fue tu intención decirle eso

—ah —fue lo único dicho por el omeguita, el cual de pronto se puso triste.

"no se quiere casar conmigo"

"¿no soy lo suficientemente bonito?"

"creo que fue por el tonto overol que use ese día, pensará que soy infantil y por eso no le gusto"

—entonces no le gusto —quiso llorar.

—eso no lo sé, kook, tú tampoco lo puedes asegurar si no le hablas —intentó animarlo.

—¿hablarle?

—si, acércate más a él, kook eres muy lindo, estoy seguro que aquel alfa caerá a tus pies y querrá cortejarte

—él siempre sonríe de esta manera —hizo un intento de hacer una sonrisa cuadrada sacándole una risa a jimin. —cuando me ve, además..

—¿además?

—hace rato vino a mi casa para hablar con mi papá sobre la casa y no me quitaba la mirada de encima

—entonces si le gustas, digo, como para que te vea mucho esta para pensar —se emociono el mayor.

—igual lo voy a seducir, tengo la receta de las galletas que mi abuela usaba cuando quería que mi abuelo la cortejara —sonrió en grande.

—muy bien, no te olvides de usar tus encantos, va a caer redondito ese alfa

los omegas siguieron hablando sobre cosas que habian hecho esa semana que no se vieron, poniéndose al corriente de la vida del otro, riendo y comiendo helado en la banca del parque del pueblo, una tarde amena y sana entre ellos hasta que llego alguien que no era para nada bienvenido en las vidas de los omegas.

—que preciosura nos encontramos aquí —el alfa se sentó junto a jungkook, invadiendo todo su espacio personal cuando lo agarro por los hombros acercandolo a él a fuerzas.

—choi ya deja a kook en paz, nunca te hará caso —el otro omega intento empujar al alfa.

—cierra la boca, jimin —rodó los ojos hastiados. —¿no ves que estoy con mi omega?

—yo n-no soy tu omega —tembló un poco cuando sintió el agarre en sus hombros muy firme.

—ya idiota, déjalo en paz —nuevamente quiso alejarlo pero fue sorprendido por un alfa que venía con choi el cual lo alzó con facilidad para llevarselo. —¡hey, bajame!

—¡jimin! —se levantó para correr por su amigo, pero fallo por la asquerosa mano del alfa en su cintura.

—shsh, ahorita regresa, mejor pasemos tiempo juntos, kook —lo acercó a su cuerpo.

—yo no quiero pasar tiempo contigo, ya déjame en paz —ya estaba muy molesto.

—¿quién pidió tu opinión, eh? —apretó su agarre en la cintura del omega, bajando sus manos a su cadera y luego apretando sus glúteos que hizo temblar al omega del miedo.

—choi, por favor, no me gusta que me toques así, su-sueltame o le diré a mi padre —ya estaba llorando.

—di lo que quieras, tu tuviste la culpa por vestirte así, te ves muy sexi con esta ropa —comenzó a oler el aroma natural del omega.

—¡ya, sueltame! —comenzó a empujarle.

en un segundo, el alfa que antes le estaba acosando estaba en el suelo quejándose por su nariz sangrante, observó a su lado y ahí estaba el alfa de sus sueños, con los ojos completamente dorados.

—te dijo que lo soltaras, como no hiciste caso te lo ganaste, imbécil —hizo ademán de querer pegarle otra vez y como un cobarde, choi salió corriendo.

—¡kookie! —jimin se acercó a abrazarlo, se deshizo del alfa que se lo había llevado a la fuerza con una patada en los bajos, así que estaba bien. —¿no te hizo nada malo?

—m-me tocó el trasero —sorbió su naricita.

—ugh, ese cerdo —acarició su cabeza y miró a taehyung. —muchas gracias, kim

—no es nada, no me gusta cuando los alfas toman a la fuerza a los omegas —se acercó suavemente a jungkook. —¿ya estás mejor? perdón porque tuvieras que ver eso

—estoy bien y muchísimas gracias, taehyung —sonrió ligeramente.

—el idiota de choi te dejo oliendo a él —jimin hizo una mueca.

—ay, no

—quisiera quitarte el aroma pero soy omega

—yo podría quitártelo, el aroma, claro —koo y tae se sonrojaron al mismo tiempo.

al buen entendedor pocas palabras.

—kookie, lamento que tenga que dejarte, es que mi mamá solo me dio permiso una hora, tengo que ayudarle a coser unas ropas

—no te preocupes, mimi, nos veremos mañana de todos modos

los omegas se despidieron con un abrazo y un beso en la mejilla, prometiendo verse en el mismo lugar a la misma hora y entonces jungkook se quedó a solas con el alfa kim.

—¿quieres ir a otro lugar? —estaba muy apenado y más porque el omeguita no le despegaba la mirada.

—si —asintió entusiasmado.

—¿te parece ir al río que esta cerca del terreno de tu padre?

—c-claro

siguió al alfa, caminando a su lado mientras miraba a otro lado ya que los nervios no lo dejaban verle y menos ahora que estaban a solas.

—no lo dije antes pero te ves muy hermoso con el color lila

—ah, muchas gracias —rió tímidamente.

al llegar al lugar, el alfa ayudó al omeguita a bajar hacía el río, dándole la mano y sujetandole con cuidado.

—hay que sentarnos por ahí —señaló una roca.

cargo al omeguita con facilidad sentandolo en la roca y luego viendo a jungkook con el rostro completamente rojo.

—gracias nuevamente

—de nada —se sentó a su lado.

el omega se deslizó por la roca, acercándose al alfa que se puso rígido en su lugar al tenerlo muy cerca, tanto que tenía a la vista los muslos gruesos siendo apretados por el vestido que tenía.

—¿puedo llamarte tete?

—si

—tete

—¿mh?

volteó a mirarle recibiendo un beso en su mentón, sonrojandolo hasta el cuello llevándose una gran sorpresa por eso, ahí se dio cuenta de que si le empezaba a gustar demasiado ese omega.