Capítulo XXIV - Nueva vida

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Noche de tormenta sin luna. La lluvia empezaba a caer. Miraba al cielo y todo era oscuridad. El viento, ya no soplaba. La música se había ido. No había sonidos de bestias de este mundo acechando en la oscuridad ni otros seres gritando de dolor y agonía. El tiempo se había detenido, el espacio se había distorsionado. Aquellas hojas que caían de los árboles, quedaron congeladas, suspendidas en el aire sin movimiento alguno. El clima era frío, calmado, oscuro.

- Umi: Eso significa Virgilio.. que.. mi yo de ahora.. está..

Miré a un lado, pero me encontraba sola. Aquella persona que me acompañó no se encontraba junto a mí. Empecé a mirar por aquella tierra enfangada, bosque iluminado por aquellas almas transformadas en árboles, pero no encontraba a nadie, estaba sola.

- Umi: Debo.. debo seguir. Virgilio dijo algo.. sobre encontrarme a mí misma. Tiene que haber algo.. en este lugar. (Umi empieza a notar el cansancio)

A medida que Umi caminaba por aquel bosque, los sonidos empezaban a aparecerse. Los gritos y los llantos casi humanos eran escuchados muy cerca de donde Umi se encontraba entonces. Llantos de personas que habían decidido no vivir más en su otra vida y que ahora tenían que sufrir el tormento de aquella otra vida que habían derrochado ayer.

- Umi: Cada vez que doy un paso.. voy sintiéndome peor. Tengo que intentar seguir adelante y encontrar.. algo.

De pronto, alguien habló.

- ???: A..yú..da..

- Umi: (Asustada) Soy.. Umi. ¿Dón..de estás?..

- ???: Estoy a tu lado.. Mujer fui en la otra vida y en este árbol me convertí.

- Umi: ¿Qué te pasó?..

- ???: Tuve.. una vida muy cruel. No quería vi..vir más, busqué la forma.. más rápida. Tu.. no mereces estar en este lugar pequeña alma, tu vida.. está aún en el otro lugar. Me gustaría pedirte que echaras un poco de agua.. en estas flores de mi lado.. Por favor..

Umi se acercó para recoger algo del agua de la lluvia con sus manos para echarlas sobre las flores de aquel árbol.

- Umi: Siento mucho.. que le haya pasado esto..

- ???: No te preocupes.. cielo. Así.. lo quiere la vida. Pero si hay algo.. que no pude hacer. Me faltaron esas fuerzas.. para luchar.. y continuar. En ti veo algo mágico.. pequeña alma.

- Umi: Mi corazón me dijo que debo encontrarme.. conmigo misma. Solo así podré salir de aquí. Pero no se como hacerlo.

- ???: Solo si miras allá donde únicamente tu corazón te permita llegar a ver Umi, podrás encontrarte. Solo si confías en ti podrás ver tu árbol. Tus seres queridos están a tu lado.

Umi continuó su camino por aquel bosque al despedirse de aquella mujer.

Empezaba a empeorar el clima a mis pasos. El frío era invernal. Seguía escuchando llantos de personas que no querían sufrir más. Pero el momento llegó.

- Umi: Veo.. a Koemi.. (Umi empezaba a agonizar) veo.. a mis padres junto a Koemi. ¡Ayudadme! ¿Por qué.. no.. me ayudáis? Estáis.. allí.. (Umi cae al suelo, inconsciente)

En este momento, una figura aparece en el subconsciente de Umi para hablar con ella.

- Umi: Quiero.. ir a casa.. y ver a Koemi y a mis padres.. una vez más. Es lo que más me gustaría.

- ???: Puedes hacerlo, Umi.

- Umi: ¿Cómo puedo hacerlo? No se como salir de este lugar, estoy atrapada, y débil.

- ???: Mira en tu corazón, Umi. Si realmente deseas eso, lograrás encontrarte y volver con Koemi y tu familia.

- Umi: Es lo que deseo. Miro en mi corazón y veo deseo, amor y un alma oscura, una flor marchita dentro de mí, al lado de mi corazón.

- ???: Umi, tu corazón está muy oscuro ahora mismo. Tienes la opción de ir y salvarte y poner fin a esta agonía. Solo si tu alma de este mundo y tú conectáis un lazo de fe, podrás volver con lo que más deseas. La otra opción sería descansar eternamente en este círculo. Solo tu tienes la respuesta Umi, tu corazón es la llave que necesitas, ha sido quien te ha guiado hasta aquí. Un espejo es algo especial que muestra dos mundos, pero siempre te viste en el mismo mundo. Perdiste la fe en algunos momentos, pero la has recuperado. Tu viaje de regreso está en ti. Un alma con fe muestra y guía la luz, Umi. Un alma perdida, muestra oscuridad en el camino.

Aquella figura, desapareció en mi oscuridad.

Desperté en una sala iluminada. Había muchos aparatos alrededor, parecía ser una sala de un hospital. Estaba en una cama y a mi derecha, mis padres me miraban, llorando. Mi mano agarraba con fuerza la mano de la chica que se encontraba a mi otro lado, también en una cama. Su nombre era Koemi.

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El valle de las amapolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora