2 años después del snap
Lilith despertó esa mañana, había sido una noche larga. Estaba agobiada de proyectos, el semestre daba fin y en agosto empezaría uno nuevo, su último año estaba al asecho y la ponía ansiosa. Debía estudiar después algo relacionado a empresas. Siempre le había ido mal en matemáticas pero debía mentalizarse que antes era más rebelde que ahora.
Abrió su alacena y para su sorpresa estaba vacía, solo una caja de cereal, la sacó y fue por la leche, sirvió en un cuenco y al servir el cereal solo cayó polvo café del mismo. Suspiró irritada. Era domingo, ¿era necesario ir al súper mercado un día así?
Subió a su más reciente adquisición: un Ford fusion. En realidad se lo compró su madre a principios del año. Llegó a su Súper Mercado favorito, agarró un carrito y empezó a deslizarse por la enorme sucursal agarrando todo lo que necesitaba durante dos semanas.
Llevaba lentes oscuros y el cabello en un moño muy mal hecho, un suéter el doble de su talla, además de unos pantalones que recientemente se habían puesto de moda con sus tenis blancos que iban reluciendo de limpios. Estuvo horas quitándoles todo rastro de suciedad, odia los tenis blancos por lo descuidada que suele ser pero los ama porque combinan con todo. No iba para nada elegante pero era domingo, ¿alguien se vestía elegante en un día qué por ley no se hace nada?
Su madre trataba de alentarla a conseguir novia o conocer personas, pero solo tenía cabeza para ser la mejor psicóloga que Nueva York jamás haya visto. El recuerdo de Yelena seguía ahí, mentiría si dijera que la había olvidado cuando diario pensaba en ella. Lilian parecía superar la perdida de Drea más lento de lo que Lilith pudo avanzar ambas perdidas. Aún seguía yendo a terapia y su ropa ya no era colorida.
Bajó del estante una caja de cereal integral, dio la vuelta para leer los datos de este, le llamó la atención la caja, era colorida y con dibujos.
—Disculpa, ¿podría? —Lilith se sobresalto viendo a su costado, una pelinegra pedía espacio para agarrar el mismo cereal que tenía en manos.
Fue hasta que Lilith reconoció a la chica, se bajó los lentes y la chica abrió demasiado los ojos con sorpresa.
—¿Blackwood?
—¿Bishop?
—¡Dios! Qué bueno es saber que no te... ya sabes —murmuró en voz baja.
—Si... lo mismo digo.
—¿Cómo está tu familia?
—Mi hermana fue víctima... —ya no le dolía tanto decirlo.
—Oh, lo lamento muchísimo.
—¿Y contigo?
—Por suerte nadie muy cercano —Lilith asintió forzando una sonrisa —. Tu madre decidió no aliarse al final con la empresa de la mía, perdimos comunicación con ustedes, no sabíamos nada.
—¿No estabas en Inglaterra con tu... novia?
—Oh, bueno, si... —rascó su nuca —su padre fue víctima y volvió a Nueva York al instante y terminamos. En cambio yo aguardé hasta diciembre, decidí volver... mi madre se estaba volviendo paranoica.
—Mmh, comprendo.
Hubo un silencio incómodo. Era extraño tener a Kate Bishop enfrente hablando como antiguas amigas, Lilith recordaba cuánto la odiaba pero hoy que la tiene enfrente se da cuenta de que no la odia. Solo era una niña de diecisiete, odiaba a todo el mundo... menos a esa rubia con un acento ruso tan hermoso.
—¿Estás ocupada? Podríamos ir a tomar un café —ofreció la pelinegra.
Lilith asintió al instante. Debía empezar a abrirse ante el mundo. Después de que cada una pagará sus cosas caminaron a una pequeña cafetería que estaba a solo una cuadra del Súper Mercado, todo en silencio. Ninguna sabía que decir. Era un encuentro extraño.
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As The World Falls Down • Kate Bishop x OC x Yelena Belova
Fiksi PenggemarLilith Elowen Blackwood, la hija mayor, la chica que jamás se ha enamorado pero sin duda, siempre espía sin querer a una pelinegra que parece odiarla y no tomarla en cuenta. La encuentra en todos lados pero sujeta de la mano con una castaña odiosa...