«El mar sigue siendo todo un misterio»
Historia recopilatoria de fanfics que se centran en el personaje de Armin y 10 personas más.
📌 Historia participante en la actividad del grupo "Club de Lectura de Fanfiction" con el 10 Pairings VOL II (2023)...
Por favor, es importante leer las advertencias antes de iniciar con la historia:
⚠️ Advertencias: 📌 El fic se narra desde la perspectiva de Armin. 📌 Se toca el tema de embriaguez, frutas fermentadas y delirios. 📌 Angst leve, canon de la trama original. 📌 NO hay mención de spoilers del manga.
📝 Palabras: 996
¡Eso es todo, disfruten la lectura!
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Cuando se vió en la obligación de acompañarla, no creyó que se llevaría tremenda sorpresa.
No le era desconocido lo que los efectos de bebidas fermentadas podían causar, con gran estrago, en las actitudes y personalidad de las personas. De hecho, era cuidadoso con sus excusas para evitar reuniones de ese tipo, y en casos como este, trataba —en la mayor de sus posibilidades —escapar sin ser descubierto.
El brindis de copas volvió a escucharse por tercera ocasión, y por culpa de los vitoreos y gritos de «más, más» mientras las botellas bajaban su nivel, se obligó a sí mismo a mirar con decepción la actitud infantil de su superior entre todo el bullicioso del lugar.
—¡Nicolo, más, sírveme más uvas tintosas!
Armin arrugó el rostro en uno de vergüenza, tratando de ocultar el sonrojo avergonzado de sentir las miradas hacia su mesa por el rugido de exclamo que su superior —bailando al lado suyo —emitía con burbujeantes risas y escandaloso agitar de la copa en su mano.
—Hange-san, no existen uvas tintosas —comentó el cocinero apenado —las uvas se fermentan y eso produce el vino del color de las mismas, pero estas neces—
—¡Lo que sea, sírveme más! —interrumpió con rebombante alegría, sacudiendo su copa.
Nicolo suspiró por décima vez esa noche. Definitivamente, no había sido bueno promulgar la llegada de frutas exóticas como aspirantes para convertirse en alcohol fresco de temporada. Muy mala idea.
Por si fuera poco, sus ojos se enfocaron en el nervioso muchacho de cabellos rubios. Armin luchaba entre mantener la cordura para cuidar/sostener a su comandante risueña, mientras evitaba el derrame del agua en su ya —de por sí —sudada camisa blanca.
El cocinero sabía que le tocó la mala fortuna de ser el cuidador de la mujer de rango superior, simplemente, porque el capitán de su escuadrón se desapareció de un momento a otro.
"Pobre" pensó, con el onceavo suspiro saliendo de su boca antes de ocultarse en la cocina. Si no escondía las botellas pronto, lo atacarían como ladrones enloquecidos por extasiar su sed de fermentadas frutas de temporada. Se repitió que fue muy mala idea anunciar dicha mercancía.
El resto de altos mandos parecían cantar desafinados en las mesas del rincón, otros contaban sus experiencias del ejército con sumo dramatismo idólatra de dramaturgos, y otros, como su comandante, simplemente parecían bailar de un lado a otro, mientras balbuceaban cosas sin sentido.
