Hay amores que parecen una quimera,
anhelos inalcanzables que nos abruman.
Amores imposibles que marcan nuestras vidas,
y que aunque queramos, no podemos borrar.
Recuerdo aquel día en que te vi por primera vez,
un instante mágico que quedó grabado en mi alma.
Un encuentro breve, pero intenso,
que despertó en mí un sentimiento profundo.
No eras perfecta, pero para mí eras única,
con una sonrisa que iluminaba mi camino.
No pude evitar enamorarme,
aunque sabía que nunca podríamos estar juntos.
La distancia era el muro que nos separaba,
y aunque intentamos sortearlo, fue en vano.
El tiempo pasó, y cada uno siguió su camino,
sin lograr olvidar aquel amor imposible.
Aún después de tantos años, te recuerdo,
y ese amor lejano sigue latiendo en mi corazón.
A veces me pregunto qué hubiera pasado,
si el destino nos hubiera dado otra oportunidad.
Pero sé que es inútil pensar en lo que pudo ser,
y me aferro a los momentos que vivimos juntos.
A las miradas furtivas, a los gestos tiernos,
a esos pequeños detalles que significaron tanto.
Es difícil aceptar que un amor no pueda ser,
sobre todo cuando es tan intenso como el nuestro.
Pero estoy seguro de que aunque no estemos juntos,
ese amor sigue latente en nuestros corazones.
Quizás algún día, en otro lugar y en otra vida,
volveremos a encontrarnos y ese amor será posible.
Mientras tanto, seguiré soñando con ese día,
mientras en mi corazón sigue vivo nuestro amor imposible.
Escrito por: Ariana Lopez Salazar
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