The Crush ; lewavi

un mísero beso.

No se sabe que le vio Pablo a ese muchacho, este no tenía nada que ofrecerle, más que romper su corazón, y sobre todo manipularlo.

Por suerte ahí estaba Robert, aconsejandole al pequeño malcriado sobre lo que debía pensar.

Solo es un niño con falta de atención, y con un pasado triste ¿qué tan mal le podría ir a Robert?

Fue sencillo, solo ir a su casa y acompañar a Gavi, que tenía un corazón roto.

—Pues pasó eso básicamente—Gavi le había explicado de como hizo algo que no le gustó para nada a Santiago, luego le dijo cosas hirientes, unas muy fuertes.

Robert lo abrazaba y con amor le acariciaba el pelo—Eres hermoso Pablo, si nadie te lo dice, te lo diré yo ¿Sabes? Ese idiota no tiene idea de lo que eres, yo solo te conozco un poco más, y sé que tienes mucho amor para dar.

—¿De verdad?—Gavi parecía incrédulo de sus palabras, no podría creer que alguien se diera cuenta de sus verdaderas intenciones, que se esforzaba por querer como quería que lo quisieran.

—Yo estoy dispuesto a que me ames, como tú quieres que te amen. Solo pido que te ames como tú quieres que te amen, amate como nadie te ha amado, como yo te amo.—Robert tomó con delicadeza su rostro, para Gavi esto era un sueño.

Robert, aquel hombre que le quitaba sus sueños por pensar en él, aquel que le daba suspiros ahora lo estaba besando.

No podía creerlo, que estaba probando sus labios, que sus ojos se hayan puesto en él, en nadie más, él lo estaba amando, ¿qué más podía pedir Gavi?

Nada, absolutamente nada.

Aun que aún estaba Anna, y todo lo que haces, vuelve.

Siempre vuelve tarde o temprano.

Alguno de los dos.

Pero siempre lo hace.