Antes De Ti ✧✧ Joshua Hong ✧ Seventeen

Capítulo 11 ✧

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Al salir a la azotea busqué a Joshua con la mirada por todo el lugar. Los bartenders y el DJ estaban en sus puestos mirando la puerta en caso de que entren invitados pero solo era solo yo por ahora.

Caminé al borde de esta, donde estaba él, esperando a que yo llegara, apoyado en la baranda mirando hacía el paisaje de la ciudad de Seúl. Podía ver su traje azul marino y sus zapatos de diseñador en aquella noche estrellada. Lo sabía porque yo se los había obsequiado.  Aún estando de espaldas se notaba que era el hombre más apuesto de la tierra.

Aclaré mí garganta en aquella azotea donde sonaba un jazz muy suave de fondo para que notara mí presencia detrás suyo. Este volteó y su mirada me recorrió de pies a cabeza. Un sonrisa leve y dulce apareció en sus labios. Sus pupilas brillaban bajo la luz de la luna. Al igual que todo de él.

"Mary Anne..." Susurró dando un paso hacia mí. "Estás muy hermosa esta noche." Me hizo sentir nerviosa por un momento. Hace mucho no estábamos tan cerca y a solas. Su mirada no se corría de mis ojos, desde su altura, ya que aún con tacos, yo seguía siendo mucho más baja que él. No recordaba que su presencia podía ser tan intimidante para mí.

"G-gracias Joshua..." Dije tragando saliva al verlo acercarse aún más. "Dijiste que venías a qué charlemos. ¿No? ¿Podrías hacer un paso hacia atrás por favor?" Quería que dejara de acercarse a mí. Bueno. No quería. Pero si seguía acercándose no iba a poder formar ni una palabra más. Menos una oración.

"No quiero." Dijo con firmeza. Este nuevo Joshua era muy diferente. No sé si bueno diferente o malo diferente. Solo... Diferente. Lo que sí era seguro, es que me hacía sentir como si cada célula de mi interior se debilitara.

"¿No quieres hablar? Yo pensé que..." Dije inocentemente pero él me interrumpió antes que pudiera terminar mí oración.

"No quiero alejarme Mary Anne. Ya basta de dar vueltas. Ya no voy a alejarme de ti. Así que no me pidas que lo haga. Porque no lo haré."

"¿Y que hay de nuestra charla Joshua?"

"Te escucho mejor estando cerca. Así que..." Dió un paso largo más hacia mi y nuestros rostros quedaron separados por un milímetro de distancia. Su nariz casi tocaba la mía. "¿De que quieres charlar?" Dijo con un tono grave casi susurrando.

"Joshua lo estás haciendo muy difícil." Susurré débilmente queriendo acercarme ese milímetro restante. Era como si tuvieramos un imán en los labios.

"¿Aún me amas?" Sus grandes manos tomaron mí rostro por mis mejillas y apoyé mis manos en su pecho, tratando de que se aleje de mí. Aunque inevitablemente no podía empujar ni con la más mínima fuerza. No podía. "Porque yo aún te amo. Pero no como lo hacía antes." Continuó sin alejarse ni un poco.

"¿No?" Susurré un poco decepcionada por su última oración.

"No... Te amo incluso más de lo que jamás lo haya hecho. Si antes me era difícil estar lejos tuyo. Ahora es totalmente imposible. Fui un completo imbécil. Lo sé. Aún estoy aprendiendo a como actuar en una relación. No quiero prometerte que nunca volveré a cometer un error. Porque sería una estupidez. Y una mentira. Todos nos equivocamos a diario. Pero aprenderé. Lo haremos ambos. Día a día. Porque eso es lo que hacen las parejas. Equivocarse, aprender y crecer. Pero juntos. Hasta el día en que dejen de amarse. Y yo todavía no dejé de hacerlo. ¿Puedes sentirlo? ¿Puedes sentir lo fuerte que late mí corazón cuando estás cerca mío? Quiero que eso siga sucediendo hasta el día en que deje de latir."

La diferencia entre esta declaración y la última, fue la sinceridad. Aquella era una declaración inmadura. Con promesas vacías en la desesperación de separarnos. Y esta... Era una declaración de amor eterno.