I.- Fugitivos de su raza [BD]

216 11 0
                                    

Universo BDFr-104
Vampiros
Desertores de la guerra
BillDip

Mordía con desesperación aquel cuerpo en movimiento entre sus garras. Arrancaba pedazos de piel y pelo, buscando saciar su sed del líquido carmín qué su raza debía consumir.

- A este paso terminarán alcanzándonos... - Susurró el castaño mientras cocinaba su parte de la cacería en la fogata.
Dicho comentario no pasó desapercibido por los agudos oídos del rubio.

-No es nuestra culpa que nos alcanzará la tormenta de nieve...- respondió sin dejar de morder al pequeño conejo moribundo que sostenía con firmeza -... Además, ellos no avanzarían con esta tormenta y ni siquiera sabemos si nos siguen.

El Pines sonrió un poco al intentar ser animado. A veces era un poco paranoico.

Se encontraban en el interior de una cueva, habían caminado varios kilómetros de su antiguo hogar, pero tuvieron que detenerse por el hambre del vampiro.
Cazar un animal vivo no siempre es fácil, además de que el rubio no siempre se sentía satisfecho con una sola víctima.

A veces necesitaba más que eso.

Por desgracia, al momento de terminar la cacería, el tiempo empezó a cambiar, amenazando con azotar las fuertes corrientes de aire y nieve qué se formaban en esa zona.

La cueva más cercana se volvió un pequeño refugio para pasar el mal tiempo.

- ¿Te sientes satisfecho? - preguntó el humano al notar como el sobrenatural liberaba al pequeño conejo cubierto de sangre. Ya muerto.

-Tengo frío - respondió, luego de limpiar los residuos de la sangre, saliendo en la comisura de sus labios con su muñeca. A veces odiaba no poder controlar su naturaleza, aunque a Dipper no parecía molestarle.

El Pines tomo la muñeca del contrario y tiro con suavidad hacia él, indicándole qué se acercará a su cuerpo y a la fogata improvisada para ganar un poco de calor.

El vampiro aceptó sin rezongar, acurrucándose a un costado del humano.

Podía escuchar sus latidos suaves, su sangre fluyendo entre sus venas, su respiración calmada, el aire entrando y saliendo de los pulmones.  A pesar de sus instintos, siempre amaba esos sonidos tan característicos del humano.

Esos sonidos tan vivos.

A Dipper jamás le molesto que el vampiro invadiera su espacio personal, sabía que al rubio le gustaban esos ruidos tan silenciosos. Sabía que esos sonidos lo calmaban. Y para él, un Bill calmado era sinónimo de estar feliz.

Ellos dos se tenían y eso era suficiente.

Después de que ambos se confesaran su amor, una guerra entre sus razas estalló. A ambos se les exigía escoger un bando, el cual era con los suyos.
Pero ambos no podían ir en contra del cariño que se tenían. Simplemente, no podían ver con odio a aquel ser que cautivaron sus corazones. Así que huyeron.

Sus razas los tacharon de traidores y los condenaron a muerte. Pero para ese entonces ya estaban lejos y huyendo. No se arriesgarían a averiguar si los buscarían o no, simplemente se tomaron de las manos y salieron de donde alguna vez fue su hogar.

Lindos Colmillos [Bill x Dip] [Dip x Bill] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora