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Wangxi tenía 7 años de vida híbrida, su dueño lo recibió en casa cuando esté perdió al amor de su vida, por una enfermedad autoinmune, el sabía que era uno de los cinco amores de su señor, pero aún así el era el más antiguo, a pesar de tener la apariencia de un joven de 16 años, edad a la que murió la persona que le dió su apariencia y parte de su personalidad.

Su función era mantener a su dueño, contento, atendido, ir con el a todas las actividades sociales a las que tenía que asistir, fiestas reuniones y eventos a los que como la celebridad que era debía cumplír, Ying era un modelo más que cotizado, irreverente, audaz y caprichoso, sus fans lo adoraban, pero el en ocasiones ni las fumaba, sobre todo cuando estás trataban de coquetear le.

Eso lo ponía iracundo, ya que desde que empezó su carrera como modelo dejo en claro, que el estaba más que apartado por sus amores, Wangxi 16 años, cálido, amoroso y gentil, pero con rachas de frialdad y seriedad, que le daban un toque de ser justo lo que el Wei necesitaba, para mantenerse a raya.

Jixian el segundo dueño de su corazón, un joven de apariencia adulta en apariencia de unos treinta años, llegó un año después del primero a la casa de los Wei, pero con un semblante serio y autoritario, era estricto en sus decisiones, el tenía todo el trabajo de su señor en orden, no había contrato, campaña o desfilé, que no pasará por su meticulosa forma de analizar las cosas a detallé, Wei Ying amaba a Jixian, desde que su suegro al que no le gusta que le digan suegro, lo envío a su casa como regalo de 18 años.

El tercero Wujian, era la chica más hermosa, que los ojos del Wei hayan tenido la gracia de mirar era tierna, delicada, femenina, una dulce flor de genciana, era la que menos se parecía en carácter al modelo original, pero la que tenía la apariencia más sublime de su jade, Wujian tenia cinco años de vida, pero su apariencia era de una mujer adulta de unos 25 años.

Una de las diseñadoras de la ropa que Wei Ying modelaba de hecho fue por ella que el se inició en ese medio por pedido de ella, nada en este mundo se le podía negar a esa chica, por último los gemelos jade, dos jovencitos de unos 13 años en apariencia pues eran los más recientes llevados a la mansión Wei por el señor Wei, que eran la adoración de su padre, como ellos lo llamaban.

Wei Ying los amaba como a sus verdaderos hijos, su padre los encargo a su consuegro, al que no le gusta que le digan consuegro, por qué está molesto de que no hayan dejado a ying enfrentar su realidad, su perdida y su dolor, para poder terminar esa fase de su vida y continuar, sin esa obsesión que según el señor Lan, ha estancado al joven en su nube de fantasia, con esos cinco prototipos de su difunto hijo menor.

Los gemelos Zhanjing y Zhanying, asisten a la secundaria de Gusu, para seguir las costumbres y tradiciónes de su difunta madre Lan Wangji, ellos saben todo sobre su creador, al que llaman abuelo, aunque no le guste ser llamado abuelo, llaman tío al hermano mayor de su madre y tía al esposo de este, sienten cariño por sus primos Lan jingyi y Lan liang, hijos de su tío Lan y su esposo doncel Jiang Cheng.

Son inteligentes, saben usar sus artimañas, para ganar todo lo que desean, tienen a sus abuelos Wei comiendo de su palma y ni que decir de su padre, ese hombre besa el piso por dónde pasan, recoge las migajas de amor que ellos tiran para el, son atendidos por mami, Wangxi, son disciplinados por Jixian, son mimados por mami Wujian, son amados, apapachados, protegidos por su padre Wei Ying.

En Lanlife se preparan para entregar el último producto de la compañía, en referencia a el modelo 000 Wangji, el sexto creado hasta ahora para el cumpleaños 22 de su yerno, aunque no le digan que lo llama así cuando nadie de la familia Wei está presente, el señor Lan en secreto agradece, que aunque los años pasen, Wei Ying no haya dejado se insistir, en que ellos sigan intentando traer a su hijo de regreso.

El cree que aunque su esposa parece resignada, aún añora a su hijo, al que solo tubo la dicha de disfrutar a medias, unos miseros 16 añitos, así que ahora se reuniría con su consuegro, también guarden el secreto de eso por favor, no soportaría la vergüenza de tragarse sus palabras, delante de ese vándalo que dice llamarse consuegro, delante de todo el mundo, para hacerle entrega de su último pedido un modelo Wangji nueva generación.

Apariencia de 22 años como el dueño, idéntico al original, pero con personalidad incierta, pues hasta ahora no ha dicho ni una sola palabra, se ha negado a ser tocado por el personal médico y solo su hijo mayor, logro hacer que se calzara algo de ropa, su mirada era indiferente y desconfiada, así que por ahora el creía, que habían logrado que sus emociones sean, por lo menos un 40 por ciento de similitud, con la personalidad de su hijo.

Pequeño jadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora