Capítulo 4

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Me había salteado casi todas las clases de la mañana

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Me había salteado casi todas las clases de la mañana. Había escapado al lago. A pesar que estaba lloviendo, me quedé allí. Estaba sentada bajo un árbol. Estaba empapada. El uniforme dejaba ver mi blusa blanca que llevaba por debajo de la camisa del instituto. No le di importancia.

El agua de la lluvia iba cayendo lentamente por mi piel. Mi vista estaba perdida, por más que estuviese viendo el pasto verde mojado, mi mente estaba en otro lado.

Yo no quería ser una Diosa.. 

No quería, nunca quise serlo. Nunca entendí esto de los Dioses. ¡Nunca quise ser una Diosa! y menos del amor.. El amor.. ¿Qué es en verdad el amor? ¿Será amor de parejas? No creo, sino, aún seguría con Kurama.. ¿Amor de hermanos? Tengo el amor de Tomoe.. pero, Dios.. ¿Amor paternal? No tengo idea de lo que sea. 

Mi padre lo único que hizo fue aparecer y convertirme en lo que soy ahora.. 

Di un largo suspiro. Sentí que mis ojos estaban algo hinchados. Dios, estuve llorando y no me había dado cuenta, y con las gotas de lluvia quien se da cuenta que uno está llorando. De la nada la lluvia dejó de mojarme, me sorprendí y miré arriba.

Aquellos ojos verdes claros chocaron con los míos. Tenía una sonrisa de lado y me miraba con ternura. Con su mano libre tomó la mía e hizo que me levantara de allí, y sobre mis hombros puso un abrigo.

──Vayamos al Templo. No quiero que te enfermes.──Me abrazó.

No dije nada y lo abracé con fuerzas. Definitivamente, los abrazos, y la voz de Mizuki me relaja bastante.

 Definitivamente, los abrazos, y la voz de Mizuki me relaja bastante

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──Se puede saber ¿¡DÓNDE DEMONIOS ESTABAS!?──Gritó el zorro.──¡Estuve toda la mañana buscándote, TN!──

──¡TOMOE! ¡YA DEJA DE GRITAR!──Regañó su Ama.

──¡NO DEJARÉ DE GRITAR HASTA QUE ME RESPONDA!──Frunció el ceño al ver que la chica estaba callada.

Tenía su ropa de dormir, en sus manos tenía una taza de té, y su mirada clavada en este.

──Tn, estoy hablando. Respondeme.──Habló con voz calmada.

──Estaba en el lago.. quería estar un rato a solas.──

El peliblanco suspiró. Se acercó con pasos lentos pero firmes y se sentó frente a ella.

──¿Por qué no me dijiste nada?──Ella seguía sin mirarlo.

La habitación estaba en un gran silencio. Esperaban con paciencia.

──Estabas con Nanami, no quería molestarlos.──Explicó aún mirando su taza de té.──Por lo que tomé la decisión de salir.──

Se encogió de hombros.

──¿Justo hoy? ¿Un día de lluvia?──Ella asintió.──Te vas a terminar enfermando ¿Lo sabías?──

──No es como si me importara..──Comenzó a beber de su té.

Los demás la miraban con algo de preocupación. Los guardianes de la chica la estaban consolando. Sabían que era difícil para ella.

El peliblanco la miraba en silencio.

𝓛𝓪 𝓓𝓲𝓸𝓼𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓐𝓶𝓸𝓻 ─𝓜𝓲𝔃𝓾𝓴𝓲 𝔁 𝓣𝓷 𝓟𝓐𝓡𝓣𝓔 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora