-es raro que aún no haya llamado- dijo viendo su teléfono

Su pequeña amiga, no se había contactado con ella desde hace ya 1 mes, no entendía porqué.

Había estado muy ocupada ya que su abuela estaba muy enferma y casi no había hablado con nadie, así que supuso que su amiga estaba en las mismas.

-tal vez después la vea-

Arregló sus cosas para irse a trabajar, tomó una simple manzana y caminó a la académia.

-cada día hay más carteles de desaparición por aquí, no es raro sabiendo que es Doyers Street- suspiró y al ver un cartel, dejó caer su manzana -no...-

Corrió de camino a la casa de su amiga, al entrar vio a la madre un tanto deprimida, incluso se veía pálida, su piel trigueña no era vibrante como siempre.

-¿Señora Chang?...- la miró con preocupación

-Maggie...- ahí la pobre mujer se puso a derramar mares de lágrimas -¿Dónde estará mi pequeña?...-

-¿No estaba con ustedes?- se sentó a su lado y tomó su mano

-ella no viajó a China con nosotros, dijo que tenía cosas del trabajo que hacer y que por eso no iría, creímos que al volver estaría aquí... Pero ya hace 2 semanas que no la vemos...- dijo triste

-ahora... Comprendo porque no me respondía los mensajes...- la miró -no la he visto desde ese día que nos reunimos-

-no lo entiendo... Es como si se hubiese esfumado...- sollozaba -solo espero que esté bien y que no la encuentre hecha pedazos...-

Ahora su llanto se volvió más desgarrador, Maggie la abrazó, ella era fuerte frente a otros, pero Erika era como su hermanita, ahí derramó unas cuantas lágrimas.

-te ofrecería algo de comer... Pero... Mi pobre esposo ha perdido su sazón...- suspiró -no le está yendo bien al restaurante...-

-puedo pedirle a William que les ayude, sabe que a él le encanta cocinar- sonrió

-¿Harías eso?-

-claro que si, él estará encantado de ayudarlos- la abrazó -ambos los ayudaremos-

-eres una gran chica- sonrió

-lo que sea por mi segunda familia-

Maggie llamó a su hermano quién en seguida llegó al restaurante, ahí el señor Chang le indicó todo lo que debía hacer, estaba deprimido por la desaparición de su hija, pero debía mantener el restaurante, sino ¿Cómo buscarían a su pequeña?

-hablaré en la académia, les diré que cubriré los turnos de Erika, por si piensan en despedirla, también le preguntaré a Skynah si la ha visto-

-gracias, le preguntamos a Maxwell pero dice que la última vez que la vió, fue unos días antes de irnos-

-no se preocupen, la encontraremos-

La chica salió del restaurante dejando a su hermano con ellos, corrió a la académia, habló con sus superiores y aceptaron, solo por la difícil situación que estaba pasando la familia Chang.

Al día siguiente preguntó en la universidad a la que iba su amiga, la ubicación de la casa de la morena, aceptaron dársela solo porque también se habían enterado de la desaparición de la chica.

Maggie llegó al apartamento de Skynah, tocó el timbre y esperó a que le abriera, luego de unos minutos la más alta salió.

-hola ¿Skynah?- la miró

-hola rubia- saludó

-¿Puedo pasar?- dijo con pena

-adelante- la dejó pasar y cerró la puerta detrás de ella -puedes sentarte tranquilamente-

-muchas gracias- se sentó en el sofá rojo -será breve ¿Sabes dónde está Erika?-

-¿La mestiza?- lo pensó mientras bebía de su taza de café -para nada, después de la graduación no la he visto ¿Por qué?-

-desapareció...-

Maggie se espantó cuando Skynah dejó caer la taza, esta se rompió en mil pedazos derramando el contenido.

-¿Desde cuándo?...-

-hace 1 mes- la miró preocupada

-no te creo, ella nunca desaparecería de esa manera, menos con lo insistente que es- se puso a pensar -tal vez no hablábamos mucho, pero la conozco desde hace 3 años y sé que ella no huiría de esa manera-

-tienes razón, no entiendo dónde podrá estar-

-algo debió sucederle, siempre le dije que no debía tomar la novena avenida, pero es terca y no cree que todos sean malos, su problema es ser demasiado dulce- suspiró cansada -iré por algo para limpiar este desastre-

No iba a confesarlo pero Skynah estaba verdaderamente preocupada por la menor, a pesar de no ser las mejores amigas, la consideraba una buena chica, alguien amable en quien confiar.

Regresó con la escoba y un limpiador, recogió los pedazos y limpió el líquido que se corrió por las hendiduras en el suelo de madera.

-esa pequeña tonta...- sin querer se le salieron unas cuantas lágrimas cristalinas mojando el suelo -siempre tan tierna y con ganas de darle cariño a todos... ¿Por qué nunca pude ser tu amiga? O al menos ser como tú, te odio por eso...-

Maggie estaba sorprendida, no creía que esa chica ruda y pesada llegara a ser tan sensible, al parecer solo envidiaba a la pequeña porque no podía ser tan amable como ella.

-te ayudaré a buscarla, pero si le dices algo juro que haré que te pongas azul cuando te asfixie- la amenazó

-juro no decir nada- puso una mano en su pecho del lado del corazón y levantó la otra a modo de juramento

-mas te vale rubia-

Terminó de limpiar y fue a lavar lo que usó, fue a su habitación y se colocó una chaqueta y su mochila.

-¿Esperas una invitación?- la miró con una sonrisa -entre más rápido la busquemos, más rápido aparecerá-

-lamento haber pensado que eras una pesada, eres una gran chica- sonrió y se levantó del sofá -en serio lo siento-

-haré como que no dijiste eso ¡Muévete rubia!- la jaló y tomó sus llaves -vamonos, en busca de esa pequeña mestiza-

Ambas salieron, a preguntarle a todo el vecindario si habían percibido señales de la pequeña asiática, les llevó una semana completa preguntarle a todos, siempre llegaron a la misma conclusión, nadie la había visto desde el día en el que se iría de viaje.

Maggie pensó y pensó, hasta que una idea se le ocurrió, tal vez si buscaba correctamente, podría encontrar a aquellos que la ayudarían a encontrar a su amiga, pero ahora ¿Cómo encontrar a las tortugas?

No tenía la menor idea de dónde estaban, cómo contactarlos o algún indicio de ellos, la última vez debió de haber pedido más datos, ahora no descansaría hasta encontrarla, lo haría a como de lugar.

Limón y Pop tarts (Donatello TMNT x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora