Limón y Pop tarts (Donatello TMNT x Oc)

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-ahora sufre- decía Shane alterando un poco su voz haciéndola más rasposa -nooo ayuda- dijo con una voz más aguda

Estaba sentado en el suelo a un lado de Splinter que dormía una siesta, estaba jugando con un par de muñecos, se había aburrido ya que sus padres y tíos fueron a buscar a Maggie, tal vez hoy tendrían suerte.

-¿Qué es eso?- dijo al ver una sombra pasar

Se levantó, con ambos muñecos en las manos caminó hasta donde vio la sombra, esta lo guío hasta la habitación de sus padres.

-¿Mami?- entró lentamente, estaba un poco asustado -¿Papito?-

Dio un pequeño brinco al escuchar algo arrastrarse, no pudo ocultar su sonrisa al ver a alguien muy querido.

-¡Tía Maggie!- corrió a abrazarla

-habla bajo pequeño- se arrodilló y lo estrechó entre sus brazos -te extrañé mucho- besó su cabeza

-yo también te extrañé, el tío Donnie se pondrá feliz al saber que volviste- sonrió -vamos a decirle al abuelo-

-no puedo Shane- lo miró -ahora no puedo volver-

-¿Por qué? ¿Ya no nos quieres?- dijo triste

-claro que si, los quiero mucho a todos, incluso al gruñón de tu padre- sonrió

-tía Maggie- dijo sorprendido al ver sus alas -pareces un ángel-

-lo sé- rió levemente

-por eso no puedes volver...-

-volveré cuando arregle mi problema-

-eres bonita- besó su mejilla -muy bonita-

-te quiero mucho mucho Shane- lo abrazó

-también te quiero mucho mucho- sonrió -¿Volverás a venir?-

-claro que si pequeño- acarició su cabeza -ten- le dió una de sus plumas -siempre que me necesites, mírala y yo estaré contigo-

-gracias tía Maggie- la abrazó

-te veré otro día pequeño- besó su mejilla y se fue corriendo de ahí

Shane regresó con su abuelo quien seguía durmiendo, se sentó y siguió jugando.

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Los días pasaron volviéndose semanas y luego un par de meses, Maggie visitaba a su sobrino cuando veía que su familia salía a buscarla, se sentía culpable en ese sentido, pero también se sentía culpable por como lucía.

-me gusta ese color- sonrió recostada boca abajo en el suelo

-es como tu cabello- rió Shane -es bonito, como mantequilla-

-gracias- sonrió -también me gusta el tuyo, es como un rico Red velvet-

-soy un pastelito- rió y siguió dibujando

-ya es hora de que me vaya pequeño-

-un ratito más- suplicó de rodillas

-vendré mañana- besó su mejilla y se fue

-te quiero...-

Shane guardó todas sus cosas, al día siguiente debía ir al preescolar, una media hora después llegaron sus padres.

-hola mami- sonrió -hola bàba-

-hola mi amor- besó su mejilla

-enano-  saludó

-¿Me levantas?- sonrió mientras estiraba sus brazos

-ven aquí, antes de que me arrepienta- sonrió y lo cargó en su hombro -¿Tienes hambre?-

-sip, quiero macarrones- sonrió

-te darán pesadillas por comer tanto- dijo Raph

-por favor- abrazó con fuerza la cabeza de su padre

-solo un poco- dijo su madre -sino, por mucha comidita duele la pancita-

-si mami- rió -me gustan tus macarrones bàba-

-hagamos macarrones, de seguro los demás querrán- comenzó a caminar -oye Eri ¿Puedes preguntarle a Donnie? No quiero perturbarlo-

-claro cariño, yo iré- sonrió y fue a encontrarse con el de bandana morada

Donnie suspiraba sentado en la silla de su escritorio, en sus manos tenía una cajita con mariposas, no quería llorar sin embargo, le dolía el pecho por la ausencia de la rubia.

-¿Donnie?-

Él se giró a verla, ella sonreía levemente, volvió a fijar su vista en la cajita y sorbió un poco su nariz.

-¿Tienes hambre?- él negó con la cabeza -¿Quieres un vaso con agua al menos?- él volvió a negar

Erika se acercó y colocó suavemente una de sus manos en el hombro derecho del mutante, él puso su mano izquierda sobre la de ella.

-¿Por qué?...- la miró -¿Por qué ella?...-

-no lo sé- suspiró -no creo que ella fuese un blanco, más bien... Yo siempre he sido uno...-

-no tienes la culpa...-

-tal vez, si jamás hubiese vuelto... Ella estaría en casa con su familia ahora... Nuestra amistad la ha puesto en peligro...-

-si jamás hubieses regresado...- sonrió -yo nunca hubiese tenido una cita con ella-

-lamento que todo esto esté sucediendo-

-no te preocupes, al menos esta vez, Raph no está golpeando personas a diestra y siniestra-

-un punto a favor- sonrió -sabes que si necesitas algo, estaré aquí para ti, somos una familia-

-me alegro por Raph, porque tiene a una chica tan buena como tú-

-y yo me alegro por Maggie, nadie mejor que tú para estar a su lado- sonrió

-gracias- sonrió y le enseñó la cajita -¿Crees que le hubiese gustado?...-

Erika la tomó y la abrió, sonrió enternecida con lo que vio, la cerró y se la devolvió.

-le hubiese encantado, más bien le encantará- rió -sé que Maggie está viva, lo siento dentro de mí-

-gracias por las esperanzas-

-es la verdad, si alguien miedosa como yo sobrevivió, alguien con la voluntad y carácter de Maggie es capaz de hacer cualquier cosa-

-ahora tienes menos miedo-

-si, bueno- rió -vivir con Raph me lo ha quitado-

-elegiste quedarte con gruñón- rió -algo que aceptaste desde el inicio-

-lo sé- sonrió -a veces, siento que Maggie es como una versión femenina y más calmada de Raph-

-no lo dudo, creo que nos gustan de carácter fuerte-

-pero así los amamos- sonrió -te prometo que la vamos a encontrar-

-lo sé, confío ciegamente en eso- sonrió -creo que, ahora sí me dió un poco de hambre-

-entonces vamos a cenar, se enfría y ya sabes que Raph odia esperar para comer- rió

Donnie dejó la cajita en su escritorio y se fue con la pelinegra a reunirse con los demás, mientras cenaban sus hermanos lo animaban, le pedían no rendirse y prometían encontrar a la rubia.

Donnie no pudo evitar notar algo extraño en Shane, en su frente había algo de un tono rosa pálido, estaba algo cubierto por su flequillo así que era difícil.

Logró descubrir que era cuando Erika levantó ese flequillo para darle un beso, jamás olvidaría ese color, era el labial que su novia solía usar.

¿Por qué lo tenía? ¿Por qué Shane no decía nada? ¿Maggie había vuelto? Y si era así ¿Por qué no fue a verlo?

Donnie tenía la cabeza llena de ideas y preguntas, esa noche, no pudo conciliar el sueño.